El trauma que perturba muchas mujeres sensibles e indefensas ante la normalidad de otros, no resulta nada fácil !
Le duelen las palabras burlonas,
le irritan los chistes picantes groseros e insultantes,
le repela la gente que cree que hacer reir es gracioso.
El payaso se siente a gusto con lo que hace ya que es su trabajo, mientras su yo, sufre de melancolía.
Que difícil es hacer entender a otros que hay personas sensibles a miles de actitudes, miradas, frases, etc.
Que complicado se presenta el mundo ante tanta sensibilidad hormonal, muchas veces se mezcla con el carácter de hierro que poseemos y pasamos a ser irritantes, locas, bipolares.