1 año atrás...
Sentí que unos labios recorrían mí piel, besaban mí cuello, lo chupaban, tan lento que sentía escalofrío por todo mí cuerpo, provocando que mí vagina se humedeciera al instante.
Aquellos labios bajaron al nacimiento de mis senos, dejando besos húmedos a su paso. Rodeó la aureola de mí pecho derecho con su lengua, lo chupó, y lo mordisqueó, para luego darle la misma atención al izquierdo; para ese entonces, yo ya estaba loca de placer.
Tenía una extraña sensación, aunque estaba sintiendo todo eso cómo sí fuese real, sabía que no era más que un sueño, uno muy bueno, uno del cuál no quería despertar. Haría que se prolongase lo más que pudiera.
En cuánto terminó con mis pechos, siguió bajando, regando besos por mí abdomen, hasta mí pelvis. Estaba ansiosa por sentir su lengua allí, en mí punto de placer, sólo podía esperar con los ojos cerrados, no podía abrirlos, por miedo que todo se desvaneciera.
Pero lo que tanto anhelaba jamás llegó, ya no sentía sus labios húmedos, no sentía absolutamente nada. Estaba luchando contra la idea de abrir los ojos, y despertar; pero por otro lado quería saber que sucedía.
Abrí mis ojos, y mí sorpresa fue grande...
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Sueños compartidos
Short StoryAixa Fitz es una chica de 22 años, con una vida casi perfecta, una familia maravillosa y es interna de medicina en el hospital de su ciudad. Sin embargo, llevar una vida tan activa, puede resultar bastante tedioso. En el único lugar donde ella puede...