Zodiaco || Boku No Hero (Para Chicas)

34★Especial 1k

Todos tenemos un pasado, algunos cuentan con la suerte de haber tenido uno "feliz" o "normal" pero otros lamentablemente no pudieron conseguirlo...

Ven, y juntas conozcamos el pasado de los signos, sus dificultades, sus sueños e inseguridades:

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ѧяıєs:

Una pequeña niña de cabellera naranja y grandes ojos verdes llenos de vida jadeaba con la intención de recuperar el aire que había perdido.

Sus pequeñas manos estaban sucias al igual que su ropa, sus nudillos sangraban, su respiración irregular, su frente sudaba...

Algo muy duro para alguien de ocho años.

— ¿Ya te cansaste?, tu hermano puede mantener este entrenamiento por semanas sin cansarse. A penas llevas unas horas — se decía a ella misma
— ¡Vamos!¡¿Esto es todo la que tienes?! — exclamo.

Aun sin recuperar sus fuerzas comenzó a golpear una roca frente a ella que mantenía grietas y sangre seca; su sangre seca.

Con cada golpe hacia una mueca mostrando el dolor que cada impacto causaba en ella pero eso no seria impedimento para que se detuviera de aquel exhausto entrenamiento.

Si quería convertirse en una héroe de verdad debía de soportar este tipo de cosas, aunque era una pequeña niña  entendía que los villanos eran muy fuertes y que, en definitiva, en una batalla no esperarían a que se recupere.

En aquella rutina hubo algo que la hizo detenerse; la luz de el sol.

— ¡No, no, no, no! — exclamo negando energéticamente con su cabeza intentando pensar que en realidad no era de día y que no se había quedado hasta altas horas de la mañana entrenando sin avisarle a su padre.

Estaba muerta.

— ¡Soy demasiado joven para morir! — sin mas tomo una mochila que había traído consigo y de esta saco unas vendas para cubrir sus heridas, colgó la mochila en su hombro y empezó a correr con todas las energías que le quedaban —las cuales eran pocas—  mientras al mismo tiempo vendaba sus manos; algo realmente complicado.

Logro llegar a su casa con sus heridas cubiertas pero cuando estuvo a punto de entrar por la puerta trasera un carraspeo de garganta se escuchó que llamo la atención de la niña y lo único que esta pudo hacer fue mirar hacia arriba.

Un hombre de ojos verdes y cabellera marrón la observaba con los brazos cruzados y un ceño fruncido.

— Aries — se tenso al oír aquella voz seca que su padre solía poner cuando estaba realmente molesto. Ella y sus hermanos sabia que en esos momentos lo que tenía que hacer era: esconderse y rezar que no la encuentre.

Pero hacer eso en ese momento era muy arriesgado.

— Papá...— musitó la niña — Yo...

— ¿Donde estabas? — la interrumpió el mayor.

— Yo...— volvió a pronunciar la pequeña en un hilo de voz asustada por la mirada severa de el adulto de cabellera marrón.

Los ojos verdosos de el padre se posaron en las manos vendadas de la niña pelinaranja. Al notar que miraba sus vendas, Aries oculto sus pequeñas manos detrás de ella de manera inconsciente.

— Dame tus manos — sabia que era una orden y debía cumplirla así que lentamente extendió sus manos para que su padre las viera mejor — Repite conmigo — la ojiverde lo miro atenta — "No volveré a salir sin tu permiso papá"

Aries agacho la mirada y sin poder contradecir dijo — No volveré a salir sin tu permiso papá.

— Ve a tu habitación — sin decir nada mas la de cabellera naranja corrió a su habitación —la cual compartía con su hermano menor— su padre la miro irse y dio un suspiro pesado.