Me desperté por un estruendo, instintivamente miré a mi derecha y me encontré con Lisbeth, acababa de tirar la balda de mis libros favoritos.
-¡Yo te mato!- Grité levantándome de un salto.
-¡Lo siento!- Dijo ¿riendo?
-¿Te estás riendo de mí?- Respiré hondo intentando calmarme.
-¡No puedo evitarlo!
-Eres lo peor.- Dije dándome una palmada en la frente.- Recógelo.
-Si capitana.
Una vez dijo eso me vestí, un Jean negro, un top granate y unos botines negros.
Me arreglé el cabello y una vez me vi decente mire mi móvil, tenia un par de mensajes de mi madre diciéndome que me echaba de menos y que vendrían a verme pronto.
Teniendo en cuenta que estoy a mas de 10.000 kilómetros es gracioso.
-¿Que tenemos ahora?- Dijo Lisbeth sacándome de mis pensamientos.
-Biología.- Comenté.
-No puede ser.
-Anda si te encanta.
-Si no fuera por el profesor..
-Venga anda.- Rei.- Deja de quejarte.
Dicho eso salimos y nos introdujimos en el barullo de la universidad, todos corrían de un lado a otro mientras que otros solo se centraban en la boca de sus parejas.
Llegué a mi casillero y saqué el libro de biología y la cerré encontrándome con el rostro de Michael y dando un saltito del susto.
-¿Que tal mi persona favorita?
-Bien.- Reí.- ¿Y mi empollón favorito?
-De lujo.- Rio conmigo.
-¡Eh! Que yo también existo.- Añadió Lisbeth.
-No te celes.- Rió Michael.- Hay Michael para todas.
-Serás idiota.- Dijimos a la vez mientras comenzábamos a caminar rumbo a nuestra clase.
-Tenia pensado ir al Jayden's en la tarde, ¿Os venís?- Dijo una vez nos alcanzó.
-Claro ¿por que no?- Respondió Lisbeth.
-¿Y tu?
Cuando iba a responderle mi mirada se fijó en un chico que se me hacía muy familiar, este giró y su mirada conectó con la mía, comenzó a caminar en mi dirección sin despegar su mirada de la mía y cuando estaba a punto de pasar por mi lado una rubia hizo que este chocara conmigo.
El simple roze me produjo un mareo y un intenso dolor en el corazón, intenté sujetarme de Michel que se encontraba a mi lado, mire al chico que aún me observaba y luego a Michael para seguidamente desplomarme en el suelo y perder la consciencia.
Al despertar una intensa luz me enfocaba directamente a la cara, por mi cabeza rondaba todo aquello que había olvidado al venir aquí, ese chico era mi milagro.
Miré a los lados y distinguí a Lisbeth sentada mirando el móvil, me incorporé y ella al verme se acercó a mi preocupada.
-Eh, tranquila, deberías descansar.
-¿Quien era ese chico?
-¿Quien? ¿El que chocó contigo?- Asentí.- Izan.
-Izan ¿Que?
-Izan Nigth, no me digas que te desmayaste por su culpa.
-¿Que? ¡No! Sería por no haber comido nada.
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Save Me Ángel...
Teen FictionHasta el corazón más oscuro esconde una luz llena de claridad.