Rose me dijo que los payasos son buenos, que si te acercas a ellos te darán dulces.
A mí me gustan los dulces.
Pero antes de eso tienes que ayudarlos en algo, tienes que complacerlos. Dijo que puede llegar a ser muy fácil, aunque en algunos casos es muy difícil.
También me dijo que hay dos tipos de payasos, los buenos y los malos. Los malos son aquellos que no te dan dulces y los buenos son los que si lo hacen. Puedes identificar a los buenos por su gran nariz, sus puntiagudos zapatos, pero sobre todo por su gran sonrisa y brillantes ojos.
Por eso estoy aquí, en la fiesta de mi amiga, buscando uno de ellos, ya que ellos tienen dulces que en ninguna tienda se vende, que solo ellos producen.
Hay cinco en total, dos de ellos con zapatos puntiagudos.
Lo miro más de cerca, y de inmediato se quién me dará lo que quiero. Solo uno tiene todas las características.
Me acerco rápidamente, y con mi voz más demandante, aunque chillona, le digo:
-Quiero mis dulces
Lo peor que pude hacer.
Y por eso te digo.
Te ruego, por favor, déjame ir.