Luna || KaiSoo

II

Con un fuerte gruñido se lanzó sobre su mate y acercó peligrosamente su hocico al cuello ajeno, y lejos de defenderse, KyungSoo se puso de espalda, mostrando su cuello y abdomen en muestra de sumisión total. Confundido por el gesto, JongIn dejó de gruñir y olisqueo su cuello con fuerza.

Sintió algo, un aroma que comenzó a manar de JongIn y de sí mismo.

"El celo. Buen momento para entrar en celo, KyungSoo." se repetía a si mismo mientras cerraba sus ojos amarillos con fuerza.

Ahora sí que JongIn podría matarlo. Tomaría el celo como muestra de que estaba emparejado con alguien, y que por lo mismo no era su Soo, y no tendría nada que hacer al respecto, era simplemente los instintos de los cambiaformas, pero sabía que su celo no era por esa horrible marca mal hecha. Era por sentir a JongIn de nuevo después de toda su angustia que su lobo reaccionaba. 

JongIn comenzó a gruñir de forma diferente, más grave.  Aún estaba fuera de sí, aun no lo reconocía completamente, pero al menos parte de su lobo sabía quién era el, y sabia porque estaba en celo.

"No... No es Soo..."

KyungSoo sabía que su lobo estaba frustrado por querer aparearse con alguien que, según el, no era su compañero, pero su instinto lo consumía y le impedía pensar. Él era un lobo fuerte, con la fuerza suficiente para poder derrotar a un alfa de cualquier manada, así que era más propenso a dejarse llevar por su instinto. Y definitivamente aprovecharía eso.

Estar con un mate echado sumisamente bajo su cuerpo no le dejaba pensar. KyungSoo vio su oportunidad y la aprovechó. Comenzó lamiendo delicadamente su hocico, su cuello y se estiró lo que más pudo, aun sobre su espalda y con sus patas en medio hasta lamer sus orejas, mientras gimoteaba despacio bajo el cuerpo de JongIn.

"Mío. Mio. Mio. Mio"

JongIn golpeó su hocico contra la cabeza de KyungSoo de manera brusca, indicándole que se ponga de pie mientras el retrocedía. Soo sabía lo que iba a ocurrir y estaba nervioso, Innie nunca lo había tomado en su forma de lobo porque ambos esperaban el momento en que se marcaran y se volvieran oficialmente compañeros. La unión de sus lobos era un ritual que habían reservado para después, para seguir la antigua tradición del enlace en luna llena.

Sabía lo que tenía que hacer, sabía lo que significaría para ambos lo que pasaría, pero parte de si, su lobo le gemía en rechazo, con miedo.  Y solo pudo calmarse a si mismo y a sus instintos con el único pensamiento de recuperar a su pareja.

"Salvemos a Nini, salvemos a Nini."

Así pues, se levantó y posicionó delante de JongIn, esperándolo sin abrir los ojos, porque tenía miedo y no quería, pero debía. Además, su cuerpo estaba bastante necesitado, y este no era un sacrificio tan difícil de cumplir si solo se limitaba a lo físico, a pesar que nunca sintió especial gusto por sus instintos animales.

Sintió como unas fuertes patas pasaban por sobre su cuerpo, un hocico le mordía el pelaje del cuello jalándolo posesivamente hacia atrás y el corazón de JongIn retumbó contra su espalda mientras lo penetraba con la fuerza de una bestia salvaje, una y otra vez hasta el cansancio.

No le dolía, pero su instinto se ponderaba de lo que le quedaba de conciencia humana, y luchaba para poder estar al lado del lobo de JongIn y disfrutar, dejarse poseer por completo. Con todas sus fuerzas se mantuvo consciente para poder calmar como se debe a JongIn. Esa era la prioridad, aunque el estar en celo y tener al lobo negro penetrándolo con tanta fuerza no le ayudaba en nada en mantener su instinto al margen.

De un momento a otro las embestidas de JongIn se volvieron erráticas, hasta que logró su cometido, por lo que dejó caer su peso sobre el cuerpo débil del lobo de KyungSoo y ambos terminaron exhaustos contra el suelo, con sus pelajes sudados,, con el corazón a punto de reventar. KyungSoo, sin olvidar su objetivo, como pudo giró su cabeza y lamió el hocico de JongIn con ternura, mientras gimoteaba una y otra vez. Era casi un ronroneo que logró relajar a su amado lobo, que salió de su interior y se echó a su lado, más tranquilo, pero aun sin reconocerlo del todo.