Estaba mal. Demasiado mal.
Ya no sabía qué hacer, sentía que enloquecería en cualquier momento al no tenerle a su lado.
El amor que sentía, se estaba volviendo una enfermedad que se propagaba por todo su ser, le dolía incluso el respirar y cada uno de los latidos de su corazón.
Sabía que su amor era prohibido, una atrocidad, era repugnante.
Para los ojos de los demás, sí, lo era. Mientras que para él era lo más puro que había sentido en su existencia.
Lo más puro y lo más triste, pues sabía que jamás sería correspondido de la manera que él deseaba. Y lo peor era eso, que deseaba desesperadamente que fuese correspondido.
Cupido la había cagado. Se había equivocado de la peor manera.
¿Porque él? ¿Por qué tuvo que ser la persona más mentirosa, hipócrita, sarcástica, altanera, egocéntrica y manipuladora de todas? Y sobre todo ¿Porque tuvo que ser de su hermano?
¡¿Por qué Kanon?!
¿Por Qué demonios tuvo que fijarse en su hermano? ¿Por qué demonios se enamoró de la forma de pensar de este?
Recordó cómo no pudo evitar que su corazón saltará alegre en su pecho al contemplar la jodida hermosa sonrisa de Kanon. El cómo no se cansaba de contemplar los ojos jade de su gemelo y qué empezó a adorar la forma en que se veía a la luz de la luna.
Sus terribles ataques de celos ocasionados por las salidas a pasear que tenía su hermano con sus compañeros y deseo molerlos a golpes cada que lo tocaban ya fuera de manera inconsciente.
Adoro cada gesto, cada palabra, cada toque, cada maña de Kanon. Deseaba dedicar cada instante de su vida para que la sonrisa de Kanon jamás dejará de existir. Deseo con desesperación que la sonrisa de su gemelo fuera única y exclusivamente para él.
Saga gruñó y se llevó las manos a la cabeza, hundió los dedos en su cabellera y deseo gritar con todas sus fuerzas mientras lloraba por el dolor tan desgarrador que tenía en el pecho.
¿Por qué tenía que amar a Kanon?
Pensó la posibilidad de que, quizá, había sido un castigo de los Dioses por atentar contra su Diosa cuando apenas era una bebé. Bien, no se lo merecía.
Uno y mil pensamientos le llegaron a la cabeza, y todos llevaban a la misma respuesta: Quedarse callado. No decir nada o Kanon le odiaría.
Y era lo que menos quería, su hermano había cambiado bastante desde que Athena les había traído de vuelta a la vida. Había empezado a tratarle de mejor manera, y a mostrar más su lado amable, cariñoso y tierno con él... Quizá por eso se enamoró de su gemelo.
"Mentira, lo amas desde siempre" susurro una voz en su cabeza.
Cerró los ojos y tragó saliva al recordar a su hermano aquella tarde, cuando el sol se había ocultado y apenas unos rayos se mostraban tímidos ante él y su igual que estaban sentados en las escaleras que daban a Cáncer. Kanon estaba de espaldas al sol, tenía un aspecto casi irreal, etéreo... y Saga no pudo evitar suspirar al verle así.
-Te quiero mucho, hermano. -dijo Kanon, después le tomo la mano y le dio un leve apretón.
Eso eran: Hermanos. Y Kanon jamás le querría de otra manera que no fuera esa. Podía jurar que el menor le odiaría con toda su alma apenas supiese sus más oscuros sentimientos.
Saga abrió los ojos, se humedecío los labios y una lágrima bajo por su mejilla.
Conocía cada detalle, hasta el más mínimo, sobre su igual. Sabía cuál era su platillo favorito, su película preferida, su música predilecta... Todo sabía sobre Kanon. Incluso cosas nuevas.
Jamás se había imaginado que Kanon bailara, mucho menos shuffle dance... Antes la música electrónica para él era solo ruido molesto, ahora era el canto de los mismísimos ángeles. Y Kanon era un dios en la tierra.
Lo amaba y lo odiaba por causarle tales sentimientos. Por hacerle sentir vivo y muerto a la vez. Por hacerle sentirse miserable, por querer arrancarse el corazón del pecho y acabar con ese impuro sentimiento.
Suspiro y se acostó sobre su cama boca arriba. Se restregó las manos por el rostro y no pudo más, se derrumbó.
Comenzó como un sollozo hasta volverse un llanto desgarrador, cada lágrima derramada era una fractura más en su débil corazón.
Se abrazó a sí mismo y deseo morir en ese instante.
Del otro lado de esas cuatro paredes, Kanon yacía sentado contra la puerta, llorando en silencio.
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Mal Amor
FanfictionSaga encuentra otro buen amor, al no ser correspondido. Siempre hay segundas oportunidades para amar. Fic medio loco, historia medio rara... ¡Es lo más incoherente que eh escrito hasta ahora! SagaxKanon AiorosxSaga