Encuéntrame y Sálvame

¡Hola, finalmente el último capítulo de esta historia! Espero les guste.

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La tensión disminuyó al cruzar nuevamente aquella puerta que los llevaba a la "seguridad" de las murallas, a salvo del infierno de  a fuera, del que habían regresado sin bajas, sin ningún muerto cubierto por sábanas, una gran hazaña.

La noticia corrió muy rápido al ser recibidos, todos, entre aplausos y gritos de emoción y alegría de los residentes y pueblerinos, la gente celebraba su regreso con alegría y no con molestia, alardeaban a favor de su gran hazaña y gritaban con emoción al pasearse por el camino que los llevaría de regreso a la sede.

—¡¿No es increíble? es la primera vez que no me siento decepcionada!— aseguró la castaña festejando con ellos, con inminente alegría—

La gente logró rodearlos, acercándose a las cabecillas, los superiores y líderes que lograron llevar a cabo tal hazaña majestuosa que quedaría marcada en la historia, los padres se reunían con sus hijos, los amigos se saludaron entre sí, los pequeños se asombraban al verlos como "héroes" con alas.

Era increíble imaginar tal acto, después de años de infierno al salir de las murallas, finalmente, hoy, la legión de reconocimiento regresaba sin ninguna baja, sin ninguna persona fallecida envuelta en sábanas blancas, ningún herido de gravedad, y con los recursos requeridos sin falta, era una fantasía imposible que cobraba vida.

La gente agradecía con gracia, tomando las manos de comandantes y líderes con gozo y esperanza de una posible "libertad", gracias a su heróica hazaña, era posible soñar con un futuro libre, donde los mounstros dejaran de existir.

Fue entonces que, a pesar del bullicio y el ruido de la gente, logró mirarlo, rodeado de familias y gente del pueblo, agradeciéndole entre lágrimas, tocando su cuerpo como un agradecimiento sincero, torció la boca, era molesto la atención que le daban y los "toques innecesarios" que recibía a cambio de gratitud.

También pudo mirar, cercano suyo, el bullicio alrededor de su "nuevo líder" aquél que, gracias a sus capacidades, logró liderarlos y formar parte de la hazaña, sin él, no habrían regresado con vida, su rostro estaba aludido y nervioso al ser rodeado de gente que le agradecía de la misma forma que al azabache.

Le dió ternura sus expresiones nerviosas, pensando que había crecido más que cualquiera de su grupo de generación, logrando ser el primero en avanzar a un rango muy alto para su edad, tartamudeaba buscando las palabras correctas para contar a detalle sus instrucciones, logrando fascinar a los niños alrededor suyo.

Sonrió suavemente al verlo componer su postura y explicar lo que realizó «allá afuera», los niños lo miraban asombrados, expectantes de su relato, los adultos, asombrados, celebraban su triunfo.

—Se lo merecía—

Giró su vista, encontrándose al pequeño rubio a su lado con una sonrisa, sus ojos miraban atentos las escena que ella miraba segundos antes, afirmó con la cabeza sonriendo suavemente, no necesitaba decir que se lo merecía porque era algo que debía suceder ante el rango en el que fue colocado a la fuerza, incluyendo el peso que cargó por mucho tiempo.

—¿Ya fuiste a hablar con él?— le preguntó, eran amigos después de todo—

—Con toda esa gente no me atrevo a acercarme, lo felicitaré después— respondió nervioso  ocultando el leve sonrojo en sus mejillas— ¿tú ya fuiste con el capitán?— le preguntó curioso con un brillo particular en sus ojos azules—

—No... — suspiró sin pena a ser honesta con él— pienso lo mismo que tú— respondió al mirar el doble de gente a su alrededor—

Ambos sonrieron divertidos, la confianza entre ellos había crecido considerablemente, llegando a contarse los sentimientos que sentían por ciertas personas, el apoyo moral e incluso las burlas crecieron entre ellos con el tiempo.