Grocery Store { NAMJIN } (Serie Places)

Anesthesia

NAMJOON

"Eres tan lindo."

"Mi amor, has dicho eso al menos 7 veces el último minuto."

Jin comenzó a lloriquear.

"Es que te quiero tanto."

Santo Dios.

"Yo también te quiero mucho."

Me dio un beso en la mejilla y sonrió satisfecho.

A Seokjin le habían sacado las muelas del juicio y seguía con la anestesia. Era como un borracho afectuoso y un niño de 5 años a la misma vez.

"Por favor ponte el cinturón para que pueda arrancar el auto."

"¿Para ir a donde?"

"Para ir a comer helado. Ya te había dicho."

"Suena... interesante."

Qué hice para merecer esto

Sin embargo se puso el cinturón sin discutir y miró por la ventana desinteresado.

"Te llevaré solo si prometes portarte bien."

"Lo prometo."

"¿No vas a hacer nada raro?"

"No voy a hacer nada raro, Joon."

"De acuerdo."

Y en cuanto prendí el motor se intentó bajar porque tenía mucho calor. Por suerte le había puesto seguro de niños a la puerta y frustré sus planes de escape.

"Me tienes secuestrado." Se quejó.

Lo ignoré y le entregué el cable auxiliar para que pusiera la música que quisiera, eso pareció contentarlo porque sacó su celular emocionado y puso una de Prince.

Tarareó la letra mientras jugaba con la ventana y el ambiente se sintió muy tranquilo. El viaje hasta la heladería duró muy poco y cuando llegamos Jin estaba mucho menos risueño y más calmado.

"Gracias por acompañarme y por estar a mi lado siempre."

Ahí estaba el borracho afectivo otra vez.

"Eso es lo que haces por la persona que amas."

"Me alegra que tú seas la persona que me ama. Tú eres la persona que amo."

"Eso ya lo sé." Hizo un mohín y yo puse los ojos en blanco. "Vamos por tu helado, ¿sí?"

"Sí, por favor."

Acaricié su mejilla y me bajé del auto para rodearlo y abrirle la puerta.

"Qué caballero."

"Por eso te gusto."

"¿Quién dice que me gustas?"

"No lo sé, es una corazonada." Soltó una risita y brincó de la camioneta tomando mi mano.

"Quiero un banana split."

"Te compraré lo que quieras, bebé."

"Estoy viviendo un sueño."

Esta vez yo me carcajeé y lo halé para que caminara al local.

(...)

"Se siente tan suave." Produjo un ruidito de satisfacción y yo reí. "Extraño mis muelas."

"No tuviste ni tiempo de acostumbrarte a ellas, apenas te salieron te las quitaron."

"Pudimos haber sido grandes amigos."

"Por supuesto que sí."

Sonrió absorto en su helado.

Terminamos de comer y salimos del local luego de pagar la cuenta. Cuando subimos al auto soltó un quejido.

"¿Qué ocurre?"

"Se pasó el efecto de la anestesia."

"Gracias al cielo." Me burlé. Me miró entrecerrando los ojos y reí. "En mi mochila hay una compresa fría, póntela en lo que llegamos a casa."

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hola amix cuénteme qué tal sus vidas