》 ᴍʏ ᴛᴏɴʏ 《 • əɯıʇ ןɐʇıפıρ

Capitulo 8

Pasaron algunos días desde la charla que habían tenido la libreta y la mariposa. Ambos habían llegado a la conclusión de que... realmente no tenían un plan en mente.

Al menos no uno fijamente estructurado. Tenían algo planeado como pagarle a Saxofón para que vaya a cantarle un telegrama a Colin mientras dormía. El cual... terminó hecho un desastre. Sin mencionar que Saxofón cayó por la ventana.

Se habían emocionado tanto con la idea de unir a ambos maestros de forma romántica, que no sabían cómo hacerlo exactamente. Paige intentó poner en plan algunas ideas creativas que tenía en mente junto con el maestro amoroso, pero ninguna daba un buen fruto.

Tony y Colin no hablaban mucho últimamente, solo se limitaban a mirarse con vergüenza y reír como idiotas enamorados. Era algo confuso para ambos... ¿Por qué ambos debían ser unos cobardes? Digo, simplemente era caminar hacia el otro y decirle:

"Hey, me gustas ¿Vamos por unas tortillas?"

Pero las cosas no son tan sencillas... Colin estaba muy inseguro y no podía olvidar las cosas del pasado...suponía que era alguien rencoroso. Y odiaba eso de él. Oh tal vez estoy confundiendo su timidez con las malas cosas de su pasado.

Tony solo era alguien inestable. Se culpaba por haber humillado a su amor hace meses, y a pesar de haber hecho las pases con el... sus emociones inestables hacia que todo se fuera por el caño y valiera madres.

Ambos estaban sumergidos en un mar de emociones. Eran como adolescentes, que se tomaban sus problemas a pecho. Cuando en realidad no eran la gran cosa, pero si para ambos maestros. Porque no sabían cómo manejar la situación.

- ...Hey, ­Shrignold – La libreta miró por unos segundos al bicho del amor. La mariposa no le prestó mucha atención; ya que estaba ocupado leyendo un libro que tenía a su costado.

- ¿Aja...? – La miró de reojo, desinteresado.

- Mira... – Suspiro cansada – Creo que ya no deberíamos entrometernos entre Colin y Tony...

- ¿Qué? – Shrignold rió algo incrédulo, cerrando su libro algo rápido – Paige, estas bromeando ¿No? Sabes que ambos serían inútiles sin nosotros no intentamos unirlos.

- Exacto... por eso debemos dejar que ambos decidan estar juntos. No somos querubines para decidir si ambos realmente deberían estar juntos. Hemos hecho de todo para que estén juntos estas últimas semanas y nada a funcionado. Y ya no vale la pena que estemos gastando nuestras energías en algo que... no dará frutos – Suspiró cansada.

- Mira, Paige – Giró a verla –. Para tu información, yo si soy Cupido – Se señaló a sí mismo –. No literalmente, pero soy aquel maestro que hace que los demás aprendan sobre el amor.

- Pero no que se enamoren del otro. El que sepas cómo funciona el romance y el amor, no significa que estés capacitado para dictar si dos personas deberían estar juntas.

- ¿Me estas retando? – Comenzó a agitar sus alas, volando sobre la libreta molesta. La chica no se quedó atrás y se paró en la mesa.

- Ya siéntese señora – Lamp apareció justo por la cocina, pasando al lado de ambos maestros.

Caminó hacia una gaveta de madera y la abrió, sacando una botella de cerveza de esta.

- Dejen de pelearse como mocosos. Si quieren juntar a los dos jotos; solo hagan como que los citan a algún lugar. Esos dos pendejos se encuentran, arman una cita homosexual, ellos se besan y terminan cogiendo. ¿Acaso eso es tan difícil? – Abrió su botella y comenzó a beber de ella.