Capítulo 5

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Diría que la mañana de Nishinoya empieza como el típico relato de romance de una chica cualquiera en un lugar cualquiera en una ciudad cualquiera, con los rayos de sol entrando por la ventana e impactando con delicadeza contra su rostro, pero no. El teñido despierta por el estruendoso ruido de su alarma con una canción que según él es su favorita, o bueno, lo era hasta que se volvió en la cosa que le esfuma los sueños que tiene mientras está dormido, tendría que cambiar esa alarma en cuanto pudiera porque le daba miedo que en algún momento la canción suene en un celular ajeno y por puro instinto trate de estrellarlo contra el suelo.

Ahora su mano izquierda se dirige fastidiada al celular con la intención de apagar esa molesta alarma que le está poniendo los nervios de punta. La primera vez falla, sus dedos no alcanzan la pantalla, la segunda vez se acerca más a la mesa de noche para que su mano llegue más lejos, estira sus finos dedos, puede tocar todo el celular entonces lo trae hasta la cama para apagar esa estúpida alarma. Paz y tranquilidad en el cuarto, por fin.

"¿Qué hora es...?"

Sus orbes dorados ven los dígitos en la parte superior del celular.

"10:00 a.m."

"Si sonó a la hora que la puse."

En la pantalla de desbloqueo se encuentra un rectángulo acompañado de un icono de color verde, parecería el de la aplicación de mensajes, con la cabeza adormilada desbloqueó elcelular después de tres intentos, al fin veía su fondo de pantalla. Abrió la aplicación, encontrándose con un número uno al lado del chat que tiene con Asahi, al parecer ya le había respondido a lo de ayer.

"Espero que si vayan..."

Reprodujo el audio, una sonrisa embobada se le formó en la boca cuando escuchó que sí iría, además de que invitaría al albino y al castaño de la otra vez, específicamente el albino le había caído muy bien, el castaño le recordaba a una versión mejorada de Ennoshita, más seria y responsable que su amigo, no se imagina la clase de regaños que daría ese tipo...

Piensa que ya acaba el audio pues se hace presente un silencio completo, ni si quiera la respiración del castaño se escucha.

"— Me encantó como bailaste en la presentación, la cara que hiciste al saltar fue muy linda. Buenos días Yuu."  

Un cumplido tras un "buenos días" bastaron para crearle un sonrojo de color durazno en las mejillas, la sonrisa de embobado la tenía más marcada que hace un momento, escuchar a esa voz grave hablando de esa manera, dirigiéndose únicamente a él, diciendo su nombre, por la mente le cruzó la idea de cómo se escucharía si tuviera el tono más ronco, como si acabara de despertar a su lado. Antes de pensar cualquier cosa más indecente, se levantó dela cama de un salto, ese audio le dio energías suficientes para sobrevivir la mañana.

Los pantalones de pijama que trae puestos se le aflojaron durante el transcurso de la noche, por lo que mientras va en camino a la cocina también se le va cayendo el pantalón, suelta un bostezo antes de tomar los hilos que sujetan la prenda que se le está cayendo, hace un nudo como puede pues su mente aún está somnolienta. En cuestión de unos pasos más, ya está frente al refrigerador, a punto de abrir la puerta del mismo.

"Hoy no hay escuela, es de mañana, Ryuu no vino ayer, ni antier, entonces..."

El sonido de un portazo proveniente de la entrada retumbó por todo el apartamento antes de que Nishinoya pudiera abrir el refrigerador, no se asustó para nada pues ya sabía que en algún momento tendría que venir a su casa, ya hasta extrañaba sus ocurrencias y gritos variados, maldiciones en su mayor parte. No pasó ni un minuto cuando Tanaka ya estaba gritando a los cuatro vientos el nombre de su mejor amigo.

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⏰ Última actualización: Mar 01, 2020 ⏰

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