Poemas de un Loco: Año Uno

"Primera vista"

La primera vez que le ví no estaba seguro de estar despierto, o encontrarme en alguno de esos sueños que recurrentemente llegaban a mí.

Recuerdo haberla visto con el cabello totalmente despeinado, producto de tanta agitación, y con una enorme sonrisa de mejilla a mejilla. Una sonrisa con la cual me obsesionaría en las semanas siguientes. Su presencia, naturalmente, llamo mi mirada, instintiva, como si fuese un cuervo atraído por un objeto brillante que quisiera llevar a su nido para admirarle.

A la distancia en la cual me encontraba, ella parecía realmente inalcanzable, pero a la vez la veía lo suficientemente cercana como para poder aspirar a alcanzarle con mi pensamiento y hacerle notar mi repentino interés.

Un rayo de sol escapó de las nubes que le contenían y fue a dar directo a ella, reflejándose en sus cabellos rojizos y soltando una pequeña aurora boreal. Llevó una mano hacia su rostro para proteger sus ojos color miel y desvío la mirada, sólo para descubrirme mirándole a lo lejos. He de suponer que ésto le pareció grato, pues en su rostro se dibujó una sonrisa y volteó el rostro, sin darme oportunidad alguna de devolverle el gesto.

Ella no lo sabía; a decir verdad, ni siquiera yo lo sabía en ése momento, pero en el transcurso del día yo le diría mi nombre y ella me diría el suyo. Compartiríamos un par de sonrisas e incluso un baile. Y empezaríamos una historia, la cual pudo haber sido larga o corta, no lo recuerdo. Y quizá no importe. Lo que realmente importa, y puedo recordar a la perfección, es que disfrutamos cada una de las páginas.