Jessica Darkhouse

hipocresia parte 2

Parte 2

Su trayecto a la institución fue de manera silenciosa solo el chofer, la brisa y ella, era algo que disfrutaba, era una manera tan pacifica de vivir sin ninguna complicación, ningún problema era algo reconfortante desafortunadamente esa era solo una fantasía, porque ella sabía que al llegar a Colanas la esperarían muchos problemas y detestaba tener la certeza que ahora que se había hecho atractiva, tenía enemigas que desde las sombras amenazarían con bajarla de la posición de la que gozaba; y a la vez sabía que tendría más conspiradores al entrar entre los posibles candidatos a líderes de Colanas, ya no serían chicas sino también chicos que eran contrincantes para el líder de la poderosa institución, el único asiento vacío que poseía un gran valor tanto en el pequeño pueblo moderno como en el mundo. Las piezas del juego estaban en posición, tendría que interpretar un papel en la escuela, un neutral 'era lo más cercano a ella y no fingiría demasiado.

Cuando llegaron al lugar se bajó delicadamente y con clase, al instante en el que ella bajo fui objeto de muchas miradas, miradas que escondían secretos, pensamientos y perversidades; morbosas, insinuantes, falsas, locas, fulminantes y las que le agradaban de los nuevos aspirantes alumnos: curiosas. Con la mirada en alto, caminado sensual y una sonrisa engreída camino hacia la entrada mientras los demás se apartaban de su camino hacia la institución.

Mientras ella se pasaba de esa manera por Colanas los demás miraban a la ahora renovada y misteriosa Jessica con un interés que crecía con los días, así como crecía su reputación por el lugar, hablaban desde su actitud, relajada y a la misma ves engreída y retadora hasta su maravilloso cuerpo objeto de muchas fantasías de parte del sector masculino en su mayoría, rumores y lo tradicional. Su presencia ahora tenía un empoderamiento formidable, de la clase que no puede romperse con facilidad; sin embargo, para nuestra protagonista siempre hay un contratiempo algo que ella desconocerá hasta que se encuentre a su ser por completo, ese pequeño empujón que la volverá una persona admirada por muchos y temida por otros. Y ese pequeño empujón seria la humillación que harían por su pasado, ese agrio veneno que marca tu mente al ser objeto de burla, esa rabia, y esa sed de venganza mezclada con justicia nacería de este importante suceso.

Por Jessica

Iba hacia mi casillero cuando un grupo de chicas paso junto a mí, me miraron de manera amistosa y tímidamente, era un grupo de 4 chicas con lentes y libros, les devolví la sonrisa amablemente; esto les impresiono mucho aunque Jesica no esperaba esa reacción de parte de las chicas de estudio que a juzgar por la mirada que le lanzaron pensó que ellas habían llegado a la conclusión que de que como ahora ella era reconocida, se dedicaría a humillar a los que no seguían la corriente de Las cabezas huecas. La habían estereotipado, sin embargo, no le molesto para nada, era entendible. Con este pensamiento en mente abrió su casillero y saco su horario y un regalo que le fue dejado de parte de un desconocido, para ella era raro recibir ese tipo de presentes y por eso fue cautelosa y decidió llevarlo a casa cuando acabaran sus maravillosas clases por si las precisiones. Cuando iba a cerrar la puerta de su casillero un chico se paró de espaldas a ella, podía percibir su mirada examinándola sin pensarlo cerro rápidamente su casillero y se dio la vuelta desconcertando al desconocido que de alguna manera le resulto repugnante, este chico no era de fiar.

- Vaya nena que curvas ¿me dejas abordarlas?

- Creo que guardo ese derecho a otro conductor

-no creo que alguien vaya a ser más merecedor que yo para conducirlas- le guiño un ojo y la miro directamente a todo su cuerpo con un morbo increíble, pero a ella le resulto desagradable- te lo puedo demostrar si me das el volante.

- No insistas- dijo de manera asqueada y llena de frialdad una que dejo al chico en cuestión pasmado, y congelado- solo yo sé quién pasa y quien no así que me harías el gran favor de apartarte porque tengo cosas que realmente me importan como para perder mi tiempo en algo que no lo merece.