Infinite

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Un terror se despertó dentro de mí, mi padre, si se entera que tuve alguna relación con los McBain se va a decepcionar y más si Teresa no es para nada educada mi padre podría llegar a enfadarse.

Pero no importa, ya tengo 16 años y ayudar a una persona por gusto es algo que no hago muy a menudo y aparte eso me ayudara a tener mi primera amiga desde primaria.
Las clases seguían, nunca mantuve una plática estable con Teresa más que algún trabajo, pero por fin término la escuela le mande un mensaje a mi papa.

Padre:

Hoy tuve que ir a la librería por un libro que tengo que leer en la escuela para la clase de literatura, estaré bien regreso en unas horas, si necesitas algo me dices.
Con Amor

Sky.


Como habíamos acordado espere a Teresa en el puesto de batidos y cuando por fin llego aprecie algo que jamás había podido presenciar, una sonrisa.
Claro que había visto a personas sonreír pero nunca a mi ni tampoco una sonrisa tan hermosa como la de ella.
Nada me distrajo excepto mi celular que sonó.

Sky:

Hijo está bien solo no tardes mucho tenemos que hablar de algo no muy serio pero si muy importante.

Por ningún motivo iba dejar que ese mensaje arruinara mí tarde, espere a que Teresa pidiera su batido y se sentara.


- Hola, dijo Teresa con un suspiro.
- Hola, dije. Mira Teresa no quiero abrumarte con tantas preguntas pero si quiero decirte lo que yo siento.
- Te escucho, dijo Teresa con una enorme sonrisa.
- Bueno no sé si esto sea lo que te ocurre pero yo nunca he tenido alguien para contarle mis problemas y siento un vacio enorme dentro de mí, desde hace tiempo me he sentido harto de vivir y lo único que me ha mantenido aquí es poder encontrar un amigo o amiga, pero en estos últimos días he estado perdiendo esta lucha y todo empezó por sentirme...
- Incomprendido, dijo Teresa
- Exacto.
Algo dentro de mí se engancho un poco más en Teresa hizo que la quisiera un poco más.
Estuvimos un buen rato mas platicando de nosotros y la escuela.

 Hasta que mi teléfono sonó y no me había dado cuenta  de que había estado tres horas con Teresa y que mi padre me estaba marcando.

- Bueno…
- Hijo ¿Estás bien? Ya has estado mucho tiempo fuera vuelve por favor tenemos que hablar.
- Si padre en un momento voy.
- Gracias Sky.
Me pesaba demasiado dejar a Teresa porque ella me hizo sentir por primera vez feliz y encariñado con alguien pero tenía que irme.

- Lo siento, me tengo que ir.
- Oh no te preocupes vete y muchas gracias por todo.
 Yo ya casi cruzaba la puerta hasta que oí que Teresa dijo mi nombre y tuve que voltear

- Mande…
- Una última pregunta.
- Dime Teresa.
- ¿Me consideras tu amiga?
- Por supuesto que sí, al momento que dije esto una sonrisa apareció de nuevo en el rostro de Teresa.

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