El comienzo.

El nuevo.

Te has quedado paralizado algún día? Inmóvil hacia la presencia de algo o alguien? Estático? Como si te hubieran arrojado un balde de agua fría al cuerpo y te hubieras quedado congelado por el repentino cambio de temperatura? O en los peores casos; Olvidado de cómo hacer que tu cuerpo funcionara?

Es ahí de seguro, cuando la gente que te está mirando piensa en el típico dicho de. . . “El gato te comió la lengua?

 Tal vez . . .

O “A caso has visto a un fantasma?”

 No, definitivamente lo que estaba viendo no era un fantasma. Para nada. . .

Y eso es lo que probablemente el chico de tez morena sentado delante de mí se preguntaba.

Si tan solo pudiera moverme. . .

Pestañee un par de veces, sacudiendo levemente la cabeza de un lado a otro. Y volví a la realidad. A esta realidad. A mí realidad. . .

Lo miré a los ojos y pude ver que en su rostro se plasmaba una expresión de duda; como si me estuviera preguntando, con esos penetrantes ojos oscuros, si es que acaso me encontraba bien. Y tratando de que mi voz no fallara al hablar, le contesté lo que a lo mejor estuvo esperando más tiempo de lo que debía.

-Soy KyunSoo, Do KyunSoo. . .

Agradecido de que mi voz no tartamudeara, crucé pegué mis brazos a mi cuerpo, cerrando mis manos en puños, arrugando de paso mi camisón color blanco. Me remojé los labios, nervioso.

-Encantado de conocerte KyunSoo.

Su tono de voz era agradable. Alegre y animado; como si estuviera emocionado de ver a un ser humano que no fuera él mismo. Para ser sincero, me daba gracia, y eso me agradaba. Me sorprendió el hecho de no haberlo visto antes. Quizás era un recién llegado. Un nuevo. Que habrá hecho para acabar aquí? Sea cual sea la razón, de seguro no era nada bueno. Nadie que estuviera bien de la cabeza vendría a este lugar.

 Literalmente . . .

-Disculpa. . . Tu. . . Tú estabas pensando en sentare acá? –Se paró de un salto de la banca en la que estaba sentado, apuntándola con el dedo ya una vez de pié junto a ella. Me miraba con un signo de interrogación escrito en todo el rostro.-  Porque si quieres puedo irme. .. Yo no. . .

-No! Digo . . . Si, ósea no! . . Yo no. . . Ash. –Suspiré pesadamente, cansado de que se me trabara la lengua, de que se me mezclaran las palabras, de que esos extraños nervios que me abrumaban no me abandonaran. Traté de nuevo.  – Puedes sentarte, no me molestas en realidad. No quería parecer grosero. . .

- Oh no, no no, nada de eso. Está bien, no te preocupes. Supongo que yo también me sorprendería en encontrar a un extraño en un lugar al que frecuento visitar.

La amble sonrisa que me dio después me relajó, haciéndose más notorias cada una de sus facciones al hacerlo. Cualquiera que lo viera pensaría que era un tipo frio, de esos que no sonríen aun que le hagan cosquillas en los pies. Eso pensé yo. A decir verdad, me relajaba cada vez que sonreía o hablaba, me hacía sentir tranquilo, con una sensación de alivio de que en realidad no fuera como se veía.

Me iba a disponer a sonreírle de vuelta, pero una duda se plantó en mi cabeza.

-Como sabes que suelo venir aquí? –Me limité a preguntarle con deje de duda mezclado en la voz, ladeando la cabeza y entrecerrando levemente los ojos. Me conocía? Lo conocía? . . .