Capítulo 4: Belial...

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Me fui despertando poco a poco, sintiendo una suave textura en dónde estaba acostado, de pronto rápidamente reaccioné y fui poco a poco recobrando el conocimiento, veía a mi alrededor y quedaba más confundido de lo que ya estaba. Me encontraba en un cuarto muy lujoso, como el de los hoteles esos carísimos solo que... No recordaba haber estado aquí, no recordaba el lugar ni nada parecido, me fui levantando poco a poco y me quedé sentado en la cama tratando de asimilar todo... Trataba también de recordar todo lo sucedido anteriormente: Liam en la mañana, el pueblo abandonado, el señor extraño, la máquina, Dios, lo que me dijo, el papel, Sofía, el ritual, el ser extraño... no me acuerdo de mas... Intentaba pero nada más salía de mi mente.
—bueno... Supongo que tendré que descubrir que paso...— busque por los rincones de la cama en el que estaba y por un pequeño estante que se encontraba allí, tome con mis manos peludas y verdes unas llaves... Un momento... ¿¡Dije manos peludas y verdes!? En ese momento al darme cuenta de que mi cuerpo había cambiado empecé a asustarme... Intentaba pensar que se trataba de un sueño al pestañear a cada rato y me tocaba el cuerpo para sentir si era real o no... Para mi desgracia todo era real... En ese momento mi respiración se aceleraba cada vez más haciendo que me levantara torpemente y cayera en un armario que, convenientemente, había un espejo allí mostrándome lo que era en ese momento. Parecía un tipo de animal humanoide... Era como un perro... No... Un zorro más bien, me tocaba las orejas y estas reaccionaban a mi tacto, me tocaba la nariz y se sentía fría y húmeda, abrí la boca y saque la lengua mostrando mi fila de dientes y mi gran hocico... Era increíble... Y era todo real...
—¿donde mierda estoy...?— vi que algo sobresalía en mi frente, lo toque suavemente y empecé a sentir pánico... Habían unas puntas allí... Eran de hueso... Eran ...
—cuernos... — exacto... Ya no era un humano normal... Pude recordar porque estoy aquí... Y el porqué soy así ahora... Aquel ser... Belial... Lo logró!.

No me dio tiempo de revisarme completamente ya que empezaba a escuchar pisadas acercándose, rápidamente me escondí en el armario esperando a que nadie me encuentre. Allí escuche que abrieron la puerta, escuche pasos que venían de a mi lado , me arrime y toque algo de cuero, era duro y por la forma parecía la funda de algo grande como... Una espada, está se me cayó encima y abrió el closet enseguida justo al frente de alguien, parecía un lobo humanoide de color gris como la arcilla, me miraba muy extrañado, como si yo fuera el raro, tenía unos cuernos muy extraños, como si estuvieran doblados, su cola es parecida a la de un gato pero terminaba en un tipo de nudo negro, tenía unas marcas en todo su cuerpo hechas con lo que creo que es pintura roja... y tenía los ojos amarillos como el de una serpiente e iba vestido solo con unas vendas en el pecho y unos pantalones negros, me dio la mano, me ayudó a levantarme, agarró la espada y me dijo:

—Ya eres de los nuestros, Blake—

No entendía mucho lo que sucedía... ¿Quien era el?, ¿Por qué me decía eso?, ¿Que es lo que soy ahora? Yo solo lo miraba sin entender nada con un miedo que se me notaba a kilómetros

— calma... Se que tienes muchas preguntas... Pero primero deberías vestirte e ir con el rey —¡Dios mio que vergüenza!. Había recordado que estaba desnudo, me entró una vergüenza extrema que de una vez tape mis partes con mis brazos totalmente sonrojado, buscaba cualquier ropa y tome algunas en el armario para después mirar al ser ya moviéndose fuera del cuarto, yo agradecí eso y cerré para vestirme rápidamente.

Lo que había en ese armario eran ropas algo antiguas, unas camisas blancas de tela vieja, un pantalón negro también viejo y... Un saco largo parecido a los que tenían los piratas, revise los bolsillos y vi que si... Tenían monedas pero estas no eran doradas, eran negras, empecé a inspeccionarlas: tenían forma rugosa, muy desgastada pero se notaba un símbolo en el centro... Como un tipo de triángulo... Lo coloque en su lugar y seguí mi camino pero antes... Mire la espada, la tome en mis manos y revise las marcas que tenia, muchos eran símbolos que había usado en el ritual de invocación, también habían algunas letras pero no tenían sentido en realidad hasta que empezó a brillar de color verde al yo tocar el mango...

Esta espada me estaba llamando de alguna forma, quería que yo la usará, el mango de cuero completamente se sentía algo caliente, empecé a desenvainarla hasta sacarla y ver que está reaccionaba conmigo de una forma extraña. Primero era demasiado grande, media casi todo mi tamaño y era gruesa también pero no pesaba nada, la pude levantar como si de aire se tratara... Otra cosa es que también se encendió en fuego verde y como era de esperarse me asuste y la tire al suelo y dejó de encenderse, pude notar mi nombre grabado en ella y algunos símbolos más... También me hizo algo a mi, mi cola se encendió en la punta al igual que mis cuernos por lo que, reaccionaba conmigo de esa manera nada más. Empecé a tocar la espada un poco y viendo como se enciende a cada ratito

— esto... Es muy extraño... — la tome e intentando no quemarme la puse de nuevo en su funda, suspire de alivio al ver que ya todo se había calmado, me va coloque encima y salí del cuarto, aquel ser me estaba esperando mientras tocaba una flauta de madera, sonaba tan calmado hasta que me vio y dejó de tocar

— ya terminaste... Sígueme por favor — empezó a caminar a las afueras de la casa en la que nos encontrábamos, yo le seguí el paso mientras veía todo a mi alrededor, todo es tan diferente... El infierno no era como todos pensábamos, habían calles, carreteras, edificios, había un castillo en el centro de todo, y nos dirigiamos hacia allá, por todas partes habían animales humanoides, todos de diferentes tamaños, colores, especies, etc. También se notaba que por aquí la magia se usaba a menudo, algunos encendían fuego para iluminar todo lo que puedan ya que no había ningún ni nada en el cielo en realidad, también otros manejaban la tierra a su antojo ayudándoles a construir y plantar, también habían plantas si... Después de imoresionarme con todo lo que veía llegamos al castillo, se veía tan antiguo pero note que tenía paneles táctiles para entrar, el lobo que me acompañaba colocó una clave y lentamente la puerta se abrió dejándonos pasar tranquilamente, caminamos un poco pasando por muchas oficinas hasta llegar a la puerta del final, en esto el lobo se volteó y me miro
— detrás de esta puerta esta el señor Belial... El quería verte después de que despertarses, por favor comportate delante de él. — abrió la puerta y pase con algo de dudas, ¿para que me quería ver? El cuarto en el que estaba se veía lleno de objetos antiguos, muchos de ellos parecían humanos... Mientras iba caminando el fuego cambiaba de color a morado y se empezaron a escuchar voces distantes, yo giraba buscando de donde venía la voz hasta tener enfrente al mismo ser que vi antes de convertirme... La cabra negra, está vez Vestía unos finos trajes de color rojo y una capa que brillaba del mismo color, me miraba por raro que parezca feliz, se contenía la emoción e intentaba calmarse pero me miraba como si... Fuera su hijo

— eh... Hola... — dije muy apenado seguido de una reverencia ya que recordé que tengo que ser respetuoso, después pasó algo que de verdad no me lo esperaba, me abrazo, sentí como me apretaba algo fuerte pero con sentimiento, después me miro y dijo:

— ¡no puedo creer que haya funcionado! Agradezco estar frente a ti — seguido de eso se inclino muy feliz

— uh... ¿Gracias? — era lo único que podía responder ya que no entendía aún nada de lo que sucedía, el se había percatado de eso

—oh cierto... Mil disculpas, no me pude contener mucho... no nos conocimos bien antes. Soy Belial, el rey demonio e hijo de Lucifer, el creador de todo el infierno. Pero son puras palabrerias puedes llamarme Bel si quieres— me dedico una sonrisa que extrañamente sentí que de verdad se alegraba de mi... ¿Pero porque? — lo más seguro es que no entiendes el porqué de mi emoción... ¡Tu acabas de hacer historia, el primer humano en convertirse en demonio! ¿¡No te parece eso genial!? — se le notaba muy feliz y emocionado, ¿de verdad soy el único que pudo ser convertido? Le sonreí algo extrañado, supongo que debería estar feliz pero algo sentía que no era como parece — oh! Cierto... Ahora solo falta ayudarte a entender todo nuestro mundo... — empezó a tomar algunos papeles de una mesita que se encontraba a un lado de los 2, me dio 2 papeles y una pluma — por favor. Firmalos ahi y... ¡Aqui!— me dijo señalando donde tenia que firmar, lo hice rápidamente mirando de reojo lo que decían las páginas , se trataba de unas clases particulares, las impartía el señor...
—¡Gracias! — tomó los papeles y los revisó — excelente, el señor Amaimon es un buen amigo mio, el te enseñará todo lo que tienes que saber de aquí y aparte de eso te enseñará a como controlar tus poderes y... Entre otras cosas, la vida de aquí. Cuando hayas terminado vendrás conmigo para hablar sobre lo de tu amiga... — me dio uno de los papeles que tenia la dirección y me dijo donde lo iba a ver, ya de ahí empezaba a tener confianza de que será posible cumplir mi promesa, y haré todo de mi para que se cumpla.

Nota de su amado autor :3: Bueno agradezco de verdad que votaran si les gustó, me ayuda a sentirme más motivado a seguirla y también me gustaría leer sus comentarios, críticas y cualquier cosa! que les pareció?

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