[1] El leopardo en la montaña

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Ash siguió caminando por las calles de NY con el costado ensangrentado. Las personas que pasaban a un lado de él solo lo miraban denotando morbo en su mirada. Ash pretendía llegar lo antes posible al aeropuerto pero el dolor en sucostado derecho apenas le permitía caminar, la larga gabardina café que llevaba encima empezaba a parecer muy pesada pero gracias a ella podía ocultar la gran mancha roja que invadía su ropa.
Ash sentía que su cuerpo no aguantaría mas y que necesitaba un descaso, así que en un callejón  próximo dio vuelta en su esquina para pegar su cuerpo a la pared y poco a poco comenzar a resbalar hasta el suelo y así tomar asiento.

-Por un demonio, ¡TSK! -el rubio se palpó la herida con su mano izquierda para enseguida ver que edta se mancharía de sangre al instante. -Yo...no puedo morir así, no en la calle. Debo llegar a otro lugar- Ash trató de ponerse de pié de nuevo pero le fue imposible así que volvió a quedarse quieto de nuevo.
Por el otro lado del callejón, dos hombres venían hablando. Se mitaban de gran tamaño y fuerte cuerpo. Ash empuñó su arma. El par de hombres eran de apariencia afroamericana.

-Entonces pagué 10 dolares por una tonta hambuguesa -dijo uno de ellos que parecía de edad más adulta que el otro-
-Jajaja hermano, qué imbécil.
-Nunca más volveré a comprar en--... Un momento, ¿ese es Ash?
-¡¿ASH?!, ¿El jefe de los blancos?

Ambos hombres se acercaron corriendo a auxilir al rubio. Este apenas mantenía los ojos abiertos manteniéndose alerta de lo que pudiese pasar.

-Diablos, qué te ha pasado, Ash. -dijo el hombre mayor quien en seguida se percató de la herida qud el rubio tenía-
-El aeropuerto... Tengo que llegar al aeropuerto... -dijo Ash con voz débil-
-¿Qué?, en esta condición morirás antes de llegar -mencionó el hombre joven-
-Ei...ji. Debo ver a Eiji...

Los ojos de Ash comenzaban a cerrarse por sí solos.

-¡HEY!, ¡OYE,ASH! -le gritaban los hombres-

Oscuridad.

Lo siguiente que vio Ash fue una completa oscuridad.

-¿Dónde estoy?, no puedo ver nada...ese... ¿Ese es Eiji?

Un recuerdo del pelinegro invadió la vista de Ash, veía cómo ese recuerdo se iba alejando de él lentamente.

-¡Eiji!, ¡regresa!

Ash trataba de correr tras de él pero era ibservible, poco a poco se desvanecía la imagen de Eiji.

-¡ALTO!, ¡NO ME DEJES! -el rubio con ambos brazos estirados trataba de atrapar ese recuerdo.

De pronto despertó.

Al despertar estaba muy exaltado y sudando en frío. Sus brazos al igual que en su sueño estaban estirados, su rostro demostraba una cara angustiada. En seguida bajó a su costado uno de sus brazos y con el otro tocó su rostro.  Ash suspiró para luego darse cuenta de que estaba acostado con la cintura vendada y un suero a muñeca,en seguida de dio cuenta de que se encontraba en una habitación desconocida y en penumbras. Apenas estaba por querer distinguir el lugra cuando una voz desde el otro lado de la habitación habló.

-Vaya niño, al final alguien realmente logró herirte.

Una lámpara de noche se encendió dejando ver a Cain.

-¿Cain?, ¿dónde estoy?
-Estás en mi guarida. Unos de mis hombres te hallaron muy grave y te trajeron hasta acá. Aquí te atendimos mientras le avisábamos a tu gente.
-Ya veo, gracias, ¿cuánto tiempo dormí?
-Un día.

Ash miró encimismado hacia el tevho cuando Cain lo interrumpió.

-Ash, estaba esto en tu gabardiba -dijo Cain mientras le entregaba la carta de
Eiji y su arma-
-Oh, sí -Ash miró la carta con melancolía y la dejó sobre las sábanas. Pensaba en que seguramente Eiji ya estaría en Japón y que probablemente así es como las cosas debían ocurrir, ellos dos no necesitaban estar juntos. Las lágrimas no se hicieron esperar en sus ojos, estas corrieron por su mejillas hasta su cuello. Ash se tapó el rostro con las manos-
-Ash, ¿qué sucede?
-Yo... Pensaba en cuánto extrañaré a Eiji. Pero es mejor así, estando conmigo nada bueno vendría para él. Así es como debía ser desde un principio -el rubio destapó sus piernas con un solo movimiento ocasionado que el sobre de la carta cayera frente a Cain. Este la levantó y sin preguntar revisó el contenido-
-¿Hm?, ¿un boleto a Japón?

Ash se sorprendío y miró el boleto, había olvidado por completo que la carta venía con él. De golpe olvidó sus propias palabras a cerca de que era mejor estar separados. Se puso de pue con un poco de molestia en su costado y empezó a caminar hacia la puerta.
¡A-Ash!, ¿a dónde vas?! -dijo Cain impresionado por lo que Ash estaba haciendo-
-Me voy a Japón.
-¿Qué?, idiota, debes esperar a recuperarte.
-Da igual, estoy bien. ¿Dónde están mis zapatos y mi gabardina?

Cain lo miró un momento, sabía que daba lo mismo querer o no detenerlo, Ash no era el tipo de persona al que se le podía detener así que accedió a dejarlo ir.

-Están afuera. También están unos de tus hombres, desde que fueron avisados han estado aquí esperando a que despertaras.
-Ya veo.
-Debes tener cuidado, no puedes andar por ahi--
-¡ASH!, ¡AAASH! -la voz de un chico se oía correr y gritar por el pasillo. La roida puerta de madera se habrió y Sing entró corriendo- ¡ASH!

Cain y Ash quedaron sorprendidos a su llegada.

-¿Sing?, ¿qué haces aquí? -dijo el rubio-

Sing recuperaba el aliento.

-Mis hombres me mantuvieron en secreto que Lao te había apuñalado, así que nuevamente vengo a pedir disculpas.
-Pero, también yo le disparé.
-Lo sé, él murió. Pero el caso es que cometió una imprudencia a pesar de ya no pertenecer a mi grupo.
-¿Y bien?
-Quiero disculparme.
-No importa,al final él fue el que terminó muriendo. Además no tebgo tiempo para esto, voy de salida.
-¿Eh?, ¿A dónde vas?
-Japón.
-¡¿A JAPÓN ?!, no me digas que...
-Así es,Ash va en búsqueda de Eiji -interrumpió Cain-
-Así es voy a--
-¡JEFEEE! -gritarom Bones y Kong al unísono-
-Oh,chicos -Ash se alegró de verlo-
-Jefe, ¿cómo se encuentra? -preguntó Bones-
-Estoy bien. Pero ya voy de salida,haré un pequeño viaje a Japón.
-¿Irá a ver a Eiji?
-Así es.
-Se notaba muy triste cuando lo despedimos en el aeropuerto -comentó Kong-
-Entonces ustedes sí lo vieron...
-Así es,fuimos en su representación.

Ash caminó hasta un par de sillones donde su camisa, gabardina y zapatos se encontraban. Se puso la ropa faltante, pasó por entre los demás hombres de Cain y se acercó a la salida.

-Ash -dijo Cain-
-Qué.
-¿Te irás así nada más?
-Así es, creí que ya estaba claro.
-No hablo de eso. Subamos a mi auto, te llevaré al aeropuerto.

Ash puso cara de sorprendido.

-¡Yo también quiero ir! -dijo Sing-
-¡Nosotros también! -dijeron Kong y Bones-
-No se hable más. Suban al auto -diji Ash con una sensación de felicidad y emoción-

Después de unos 15 minutos en auto, por fin llegaron al aeropuerto. Todos acompañaron a Ash hasta la puerta de donde saldría su avión. A lo lejos todos miraron cómo Ash subía al avión.

-¿Será lo mejor?  -preguntó Sing-
-No podemos detenerlo, debemos dejar que él cumpla un sueño -respondió Cain-
-Pero él no sabe japonés.
-Hahaha no importa, ya lleva un diccionario inglés-japonés,  seguro con eso se las arregla.

Ash subió al avión y buscó su asiento. El avión despegó y miró por la ventana la ciudad de Nueva York y solo con una carta y una esperanza emprendió su viaje hacia el país del sol naciente.

Banana Fish [ Una dulce mentira ] Ash x Eiji (FANFIC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora