En Aquella Primavera

capítulo 1

Era un día normal y corriente como siempre lo había sido en aquella mansión, tranquilo, se encontraba caminando por la mencionada cierto muchacho que al llegar al salón de los instrumentos, tomó asiento acomodandose para luego empezar a tocar con suavidad. Se escucho la puerta tocarse lo cual se detuvo en seco.

-Adelante.

-Hola Señor Hyuga, lo siento la demora se me presentó un problema, pero ya lo resolví...

-Esta bien, pase.

Su mentor paso tomando su lugar de costumbre, era un profesor de la clase de piano de estatura alta, cabello rubio de ojos marrones, algo flaco de una edad que rodeaba los 35 eh de suponer, nunca le había preguntado sus datos personales igual manera no le importaba siendo justo su última lección ¿Qué más podía aprender? Si ya sabía la mayoría. Soltaba un suspiro para empezar de nuevo con tranquilidad. Normalmente duraba dos horas  en donde no había ni un diálogo fuera de su enseñanza.

-La clase terminó, adiós señor Hyuga

-Adiós.

Se levantó agarrando sus pertenencias y se fue diciendo solamente aquellas palabras. El menor llevo su mirada hacia la ventana que se encontraba a su lado izquierdo, era demasiado grande dejando una vista preciosa de su jardín. Con cuidado se levantó del asiento para ver mejor, viendo de repaso al maestro salir, pero además pudo notar a una joven que venía a paso rápido, una muchacha corriente de cabellera castaña al igual que sus ojos, de piel trigueña teniendo un extraño peinado. Desapareció de sus ojos perlados, claro que ya había entrado, le pareció extraño, tal vez era una nueva empleada o algo por el estilo, no le tomó importancia y decidido regreso a sus asuntos. Recorriendo los pasillos, sus pasos le habían dirigidos a la cocina, quedaba algo sorprendido por la acción, pero al escuchar a la señora Brown regañando a alguien se detuvo unos segundos, era de mala educación escuchar conversaciones ajenas por lo tanto lo ignoro completamente adentrándose tomando de una canasta una fruta, la señora se calló al notar su presencia e hizo una reverencia. El las miraba como hacían ese saludo.

-Buenas tardes Joven Hyuga

-Buenas tardes, ¿Quien es ella?

-Oh es nueva, es su primer día y ya está haciendo macanas, por favor presentate. -le daba un leve codazo a la castaña que estaba inclinada sin verlo-

-Un gusto conocerlo soy Tenten Amma.

-Igualmente, bueno ya me retiró, pero antes debería de comentarle que no se deje ver de nuevo que entró por la puerta principal.

-C-claro Joven Amo.

Al salir de la cocina se podía oír como le retaba de nuevo a la señorita Amma.

-¿¡Es en serio?! No sólo llegas tardes si no también entraste por la puerta principal y el joven amo te vio!

-Perdón tía .... no era mi intención.

-Ahh... Dios no tienes remedio,tienes suerte que el sea amable, si no fueras....Tsk

-Descuide cuando cumple los 18 ya no se encargará de mi, debe de aguantarme un tres años más.

-... Ya perdiste tiempo aquí mejor termina de acomodarte en tu cuarto, después ven a ayudarme a hacer la cena.

-Esta claro no me demorare.

-[.......]

Narra Tenten

Me encontraba en mi habitación acomodandola con mis nuevas cosas, solté un suspiro mirando mi cuerpo.

-Este vestido de empleada... es tan corriente humm...

Dicho esto abrí el armario, notando a primera vista el uniforme del "Instituto de los ricos", bufe llevando las manos a la cintura

Pude entrar a ese lugar gracias a mi inteligencia.... si que me costó mucho el uniforme... ah...debo de cuidarlo bien.

Pense soltando una leve risa cerrando el armario para luego mirar la hora en un reloj indicando que sólo le faltaba una hora para ir ayudar a mi Tía. Sali de mi cuarto y camine al jardín mirando los pasillos con sus adornos

-Wooa....

Quedando sorprendida por todas las estructuras que tenía a su alrededor, con ventanas demasiadas grandes dando una hermosa vista al jardín, sonrei de oreja a oreja deteniendome al ver la puerta para entrar al patio, agarre el picaporte abriendolo despacio hasta sentir una mano en mi boca tapandola y la otra en mi muñeca dejandome asustada y sorprendida.

-Shhh... silencio señorita~.

Decía alguien en mi oído susurrandome lo que hizo que me diera una corriente en la espalda quedándome helada.