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Capítulo 1


La música en la calle sonaba demasiado alta, cada nota se mezclaba con la voz de todos los adolescentes de entre catorce y veinticinco años que hablaban a gritos para poder escuchar las palabras de sus amigos, de sus ligues o de quienes quisieran que estuvieran con ellos.

_____ ladeó la cabeza y buscó a Matt. Él era quien la había convencido de que esa noche se escapase de su casa para que se diera cuenta de lo increíble que eran las carreras de coches a plena luz de la luna. Su amiga Jane también había ido con ellos pero nada más llegar había puesto la mirada sobre un tipo rubio y se había alejado moviendo las caderas sensualmente hacía él. _____ dio una vuelta sobre sí misma y no vio a Matt por ninguna parte. La calle estaba a rebosar, petada de gente riendo a carcajadas y bebiendo y bailando al son de la música. Suspiró con pesadez y decidió empezar a buscarlo antes de que cualquier chico echara la mirada sobre ella y empezara a subirle la falda con ansiedad como un león en celo.

No llevaba ni cinco metros caminados cuando notó una mano en su trasero.
____ se giró de repente, levantando la mano para darle una bofetada al descarado que se había atrevido a tocarla pero en cuanto vio a Matt sonriendo graciosamente se deshizo de la idea de azotarle un buen golpe.

―¿Qué te crees que estás haciendo? ―Le preguntó, molesta.

―Asustarte―Contestó Matt con una sonrisa.

Sabía que a su amiga no le gustaba que le tocaran el culo, y mucho menos un desconocido, pero sabiendo que había sido él no iba a enfadarse. Tampoco iba a permitirle que lo hiciera siempre, cuando le diera la gana, pero ser un conocido cambiaba las cosas dentro de un círculo.

―Ya, muy gracioso. Voy a ignorar que me hayas tocado el culo para no montar un paripé aquí en medio―Le replicó, aunque Matt sabía que ____ no iba a hacer nada―¿Dónde te habías metido? ―Le preguntó.

―He ido a saludar a unos amigos―Contestó―Pero ya estoy aquí. ¿Te apetece que vayamos a buscar unas bebidas?

―Sí, me estoy muriendo de sed―Dramatizó―¿Te importa pillarme una coca-cola bien fría?

―No, claro. Espérame aquí. Vuelvo en cinco minutos.

Y en cinco minutos le daba tiempo a ____ de dar una vuelta y admirar aquellos coches tuneados que se preparaban para la salida de la primera carrera callejera.

Se abrió paso entre la multitud ajena a ella y caminó como pudo sin tropezarse con aquellos tacones que Jane le había obligado a ponerse. No es que no le gustaran pero ella prefería unos más bajos.

Empujó a una rubia que se estaba besando con un tipo de al menos veinte años más que ella para que la dejase pasar. Esta le lanzó una mirada y luego se separó del chico con el que estaba.

―¡Eh! ―Le gritó, ____ trató de ignorarla, sabía perfectamente que se dirigía a ella―¡Eh, morenita!―Volvió a gritar, soltando una carcajada.

_____ murmuró algo y se dio la vuelta. Sí aquella tiarrona con pechos de silicona y botox en los labios quería meterse con ella, adelante, ____ no tenía ningún problema. La noche acababa de empezar.

―¿Qué?―Contestó ____ con una voz cansina, dejándole claro que lo que ella objetase le traía sin cuidado.

―¿De qué crees que vas? ¿Te piensas que eres mejor que los demás y que puedes ir empujándonos así como así?―La voz de la chica sonaba más afectada de lo que creyó ____ que le habría importado que tan solo le diera un empujoncito desintencionado.

―¿Vas a montar un circo aquí en medio solo porque te he dado un empujoncito para que te apartaras de mí camino?

―Podrías haberlo pedido y todo habría sido más fácil.

―Estabas ocupada―Y le lanzó una mirada al hombre que estaba con ella, quien parecía no tener ni la mínima intención de meterse en medio de la discusión―Y tampoco me apetecía dirigirle la palabra a una zorrona.

―¿Qué?―La chica convirtió los ojos en dos ranuras y acechó a ____ con la mirada, sacando humo por las orejas-La única zorra aquí eres…

Antes de que terminara de hablar, ___ había hecho un gesto con la mano dejando claro que le daba igual, se dio la vuelta y empezó a caminar impertérrita por la carretera alejándose de la molesta voz de pito de aquella chica y de todo lo que sucediera a su alrededor.

Y cuando se dio cuenta, un coche venía a toda velocidad hacía ella. Estaba en medio de la carretera y con aquellos tacones no le iba a dar tiempo de volver atrás y al conductor tampoco de frenar. El corazón le latió con fuerza sobrenatural durante dos segundos. Iba a morir allí delante.
Entonces sintió unas fuertes manos agarrándola de la cintura y sacándola a toda velocidad de allí en medio. Salvándole la vida.

Cuando los extraños se enamoran {Harry Styles} Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora