Necesito Que Vuelvas

¿Qué pasó con Hannia?

Narra Ana
Bueno chicos, hoy les contaré un poco sobre la segunda persona que más odiaba, HANNIA, ella ahora es mi mejor amiga, bueno después de Danna, descubrí que tenemos muchas cosas en común y que ella también es bisexual, aunque últimamente hemos tenido problemas cuando hablábamos de Eblin o tenemos clase con ella.

—Ana, qué clase toca? –dijo Hannia

—Mi materia más odiada –dije con sarcasmo

—Ash tenemos con Eblin Davis Nort—dijo rodando los ojos

—Así es —dije feliz ya que la vería, aunque había despertado a su lado, wow aún no me la podía creer, pasé la noche con mi profesora de Español

—Buenos días chicos! –dijo con su hermosa sonrisa

—Buenos días –respondimos al unisono

—Cómo les fue en el fin de semana? –dijo Eblin poniendo sus cosas en el escritorio

—Pues yo digo que fue perfecto. –dije viéndola con complicidad

—Enserio Ana?, Que bueno –dijo la rubia sonriendo —Yo también me la pasé perfectamente, recuperé una persona que creí que había perdido para siempre —dijo esto y todos se nos quedaron viendo raro

—Felicidades maestra, aproveche a esa persona –dije para finalizar nuestra rara conversación a los ojos de mis compañeros

—Gracias Ana, bueno chicos como sabrán, Elena no se presentará en algunos meses y yo me haré cargo —al escuchar de nuevo ese nombre mi corazón comenzó a latir rápidamente

—¿Qué?, ¿Por qué?, ¿le pasó algo?–dije preocupada, ella sólo me miró un poco enojada

—No tengo idea señorita Di Monte –dijo mirándome mal

—ah disculpe profesora –dije

—Bebé, préstame un lápiz –dijo Hannia, Sí, lo sé mi amistad con ella era súper buena que hasta me decía bebé, esta palabra sólo provocó que cierta rubia la fulminara con la mirada

—Claro, toma... bebé —solo lo hize para molestar al amor de mi vida.  El tiempo transcurrió muy  rápido y llegó la hora de receso yo esperaba a que todos salieran para quedarme a solas con mi amada

—Bebé! Vamos, necesito hablar contigo! –dijo Hannia tomándome de la mano

—Adelantate, tengo que entregar algunas cosas a la profe –dije como escusa

—ash, perra tan mal que me cae —dijo y se fue enojada. Yo solo la ignore y me dediqué a cerrar la puerta para estar seguras

—Así que “Bebé” –dijo la rubia imitando la voz de Hannia y cruzándose de brazos

—Qué hay con eso? —dije divertida

—No te has dado cuenta?, Es evidente que le gustas! —dijo y me dejó con la boca abierta

—Estas alucinando —dije aún divertida por tal conversación

—No, Ana, tú le gustas a Hannia –dijo Eblin con el tono un poco más serio

—Mi vida, yo solo te amo a ti –dije abrazándola de la cintura y pegándola a mí

—Vente a vivir conmigo y te creeré –dijo dándome un beso corto en los labios

—Me encantaría vivir a tu lado, para así ya no tener esa hermosa relación con mis padres, pero no sé  —dije recordando mi relación con mis padres

—Vámonos perdidas –dijo besándome, en ese momento Hannia entró y nos vió

—wow no lo puedo creer —dijo Hannia muy sorprendida

—Ha... Hannia –nos separamos de golpe

—Ustedes dos son –dijo Hannia abriendo los ojos como platos

—Hannia, he te lo puedo explicar —dije acercándome a ella

—No Ana, tú siempre explicas las cosas me toca a mí –dijo la rubia, ya sabía a lo que iba

—Yo a usted no quiero escucharla –dijo Hannia de mala gana

—Hannia!, No le hables así a Eblin —dije un poco tensa

—Ana, bebé, no me tienes que explicar nada yo te respeto, claro que no voy a decir nada —dijo poniendome una mano en el hombro

—Hannia, te pido de favor que dejes de hablarle de “Bebé” a mi novia y si es posible te alejes de ella —dijo Eblin viéndola con mucho odio

—¿Qué?, Haber si escuché bien, ¿usted quiere que me aleje de Anita? —dijo Hannia de manera retadora —Esta usted verdaderamente pendeja, si cree que me voy a alejar de Ana nadamás para darle gusto. —dijo Hannia

—Haber Hannia, te exijo respeto —dijo Eblin un poco más enojada

—Jaja respeto yo a Usted por favor —dijo Hannia sarcástica

—ya  por Dios!, Dejen esta tonta discusión —dije desesperada

—Ana luego hablamos, te parece...Bebé —dice Hannia

—Claro, hasta luego... Beb... Hannia —dije para hacer enojar a mi rubia bella

—Yo también me voy —dijo Eblin distante

—Hey señorita Davis! Usted no va a ningún lado —digo tomándola de la espalda para darle la vuelta y besarla

—Mi bonita, te amo —dijo acariciando mi mejilla

—Yo te amo muchísimo más! —dije