¡Señor Cartero!

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Yoongi recuerda estar hasta las pelotas con aquel niño de cabellos rosados que le decía lo mismo todos los benditos días.

"¡Señor Cartero! ¡Señor Cartero!¡Vea y dígame! ¿Hay una carta en su bolsa para mi?"

"No, sal de encima" era lo único que le decía Min todos los días cuando el chico se lanzaba hacia él, haciéndolo caer al suelo.

El mas bajo siempre terminaba con la mirada gacha y decepcionada.

"¿Qué carta esperas, mocoso?" alguna vez le habría gustado preguntarle al chico aquello.

Mas el recordatorio personal de "Min Yoongi, te importa un testículo la vida personal de a quienes les repartes el correo" no lo dejaba tranquilo cuando estaba a punto de dar el primer paso.

Recuerda aquel día haber pensado con un suspiro cansado y algo enternecido que estaba aliviado de estar en frente a aquel complejo de casas, al fin.

Había entrado con tranquilidad en su bicicleta, saludando a la chica de la entrada quien se sonrojó.

"Un resfriado, gil" se había convencido a sí mismo y siguió su camino.

Siempre le había parecido cálido el lugar, casas individuales, medianas y bonitas, con un buzón al frente de su patio considerablemente grande.

Todo estaba rodeado de una rejilla grande que terminaba en una peligrosa punta.

Bastante segura debía ser aquella mierda, pensaba todos los días.

Pedaleó por las casas, retrasandose a propósito con los perros de algunas entradas.

Haría el tiempo suficiente como para que el chico de cabellos rosa tuviera tiempo de arreglarse para salir y lanzársele encima.

Porque sí, Yoongi alguna vez vió al chico, quien había olvidado cerrar la cortina del baño, arreglandose y poniéndose un poco de labial rosa para salir, viendo cual chaqueta le daría mejor.

Yoongi estaba hasta las pelotas, eso sí, pero si era aquel niño lindo y adorable de cabellos rosados quien lo hacía perder la paciencia, podría resistirse a partirle la cara.

Llegó a la casa del chico.

Se sorprendió bastante, ya que había plantado unas bonitas flores en el antes casi vacío jardín, tan solo ocupado por orquídeas.

Bueno, aquellos tulipanes y margaritas no hubieran llegado volando, ¿O sí?

Pasaron tres minutos hasta que Yoongi se burló de él mismo mentalmente, ¿En serio estaba esperando como un idiota a que se lanzaran de nuevo sobre él?

Había negado con la cabeza y pasó de parecer un acosador que se queda mirando casas para ver cual es el mejor método de escabullirse por estas y robarlas.

Se había subido a su bicicleta luego de haber dejado la correspondencia en el buzón agua marina y estuvo a punto de pedalear.

Y vamos, lo hubiera logrado, si es que no hubiera sentido un peso encima que lo hizo caer, por suerte su bicicleta no cayó con él y quedó parada. No le había quitado el seguro.

"¡Señor Cartero! ¡Señor Cartero!¡Vea y dígame! ¿Hay una carta en su bolsa para mi?"

Y Yoongi se burló de él mismo mentalmente, porque acababa de ocultar una de las sonrisas más grandes que tendría en el día.

Please Mr. Postman! // YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora