Una carta para Park Jimin

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"No, sal de encima" Yoongi siempre le había dicho lo mismo, y esta vez no había sido la excepción.

Yoongi recuerda que, como siempre, él creyó que el pequeño tendría aquella mirada decepcionada y triste, sin embargo simplemente apareció un sonrojo notorio y un intento en vano de ocultar una tonta sonrisa.

Aquella linda y tierna sonrisa había dejado con la boca abierta a Yoongi, quien, con algo de pena, recuerda haberse sonrojado notablemente al notar que tenía una mano en la cintura del chico.

Y joder, aquel contacto se había sentido realmente bien, Yoongi aún lo recuerda.

En los días siguientes, algo extraño había comenzado a suceder, Jimin había dejado de preguntar con euforia si es que había una carta para él. Casi como si no quisiera que llegara.

"¿S-señor Cartero...? C-carta... Pa-para mi..." el más pequeño había convertido sus preguntas desesperadas en balbuceos con apenas algo de sentido, a Yoongi aquello le había comenzado a parecer inevitablemente adorable.

"No hay, lo lamento" decía Yoongi sin pensar muy bien en sus palabras. Tan solo quería seguir al lado de aquel pequeño, oyendo su voz. ¿Había perdido la cabeza acaso?

Los días siguientes fueron aún más extraños. Jimin no había parado de tirarse sobre él, sin embargo, el asunto de la carta había quedado en el olvido.

Sus palabras habían pasado a ser más bien un: "¡Señor cartero! ¡Señor cartero! ¿Cómo está usted?" Todo aquello seguido de una hermosa sonrisa que volvía a sus pequeños ojos unas medias lunas.

Y la respuesta de Yoongi había cambiado también, pasando a ser más bien un: "Bien, ¿Y tú?" con el cual el menor estaba más que encantado.

Pero Yoongi no podía dejar las cosas así como así. Aquella pregunta que lo carcomía vivo desde ya hace tiempo no iba a desaparecer de un momento a otro.

Por eso es que él día en el que le llegó una carta a Park Jimin, el aparente nombre del chico de la casa 402 de una chica que le decía que lo extrañaba mucho y no debió haber terminado con él, Min Yoongi no pudo evitar sentirse aliviado y fastidiado a la vez.

Aliviado ya que por fin, luego de meses, pudo descubrir quién era la persona de la que el chico esperaba una carta tan ansiosamente. Pero, ¿Fastidiado? ¿Porqué? ¿Qué había causado Park Jimin en él como para que le molestase que una chica quiera hacerlo feliz?

¿Acaso el menor había ido a su habitación mientras dormía y lo había obligado a tragarse medio kilo de mariposas, las cuales de alguna manera comenzaban a aletear cuando sentían a Park cerca?

Yoongi no lo sabía, pero a Park Jimin no le podría importar menos aquella carta en esos momentos.

No en los momentos en los que el menor comenzaba a sentir un puro y tierno amor hacia un lindo pálido que le entregaba el correo todas las mañanas a las seis y media.

Please Mr. Postman! // YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora