L'Italia falsa...

131 17 0
                                    

Italia. La mismísima y hermosa, Italia.

¿Que demonios es Italia, cariño mío?

No eres italiana, mi pequeña margarita.

No eres más que un simple brote de mala hierva; o así te ven ellos. Realmente eres una florecilla cualquiera que espera ser reconocida como algo hermoso, tan solo porque visitaste Roma en un sueño.

Grita, grita y solloza todo lo que quieras; pero no sabes de Europa, ni de sus calles ni sus habitantes. Canta en Francés. Mira películas de los ochentas. Pinta tus dedos y tócate a ti misma con ellos.

Pero jamás seas italiana.

El mundo se volvió italiano.
Tus besos saben a calles blancas.
Tu voz suena a libros fantasmas.
Tu esencia se ha vuelto ruinas y campanarios en llamas.

No eres un cordero, no eres un pajarito, no eres un príncipe, no eres mares o bicicletas ni lo serás nunca...

«Sei il mio piccolo fiore, la mia zingara, ma dimmi cosa sarebbe il mondo senza l'Italia? Non cambierei affatto.
Se il mondo dimenticasse l'Italia e i suoi falsi coloni, allora saresti molto più me, di quanto lo sia ora, e io sarò te allo stesso modo.»

«Eres mi florecilla, mi chica gitana, pero dime ¿que seria del mundo sin Italia? No cambiaria, en absoluto.
Si el mundo olvidara a Italia y a sus falsos pobladores, entonces tu serías mucho más yo, de lo que soy ahora, y yo seré tú de la misma forma.»

Pero te ruego ya no hables de poesía ni manuscritos; ellos no te reprepresentan.

Canta y grita conmigo, tallo estúpido.
Corre y salta hasta que tus piernas se rompan cuál prostituta.
Se mía una vez más y déjate caer en mis espinas.
Te amaré; y lo demostraré con cada abofeteada.
Porque no eres Italia.
Porque Italia no dejaría que la llamaran estúpida.
Italia no se rompería ni con un golpe entre mundos.
Porque Italia no me amaría como tu lo haces.

Italia no existe.
Ser italiana y hermosa no son la misma cosa; es una mentira.
Ellos lo inventaron todo. Las casas, las calles, las vistas y su gente. Nada de eso es real.
Italia es una isla de niños perdidos.
Donde no hay comida ni placeres.

Finge, amada mía. Finge y sonríe como si fueras lo más hermoso en este mundo.
Pero no lo eres.

Y te condeno.
Te condeno a llorar sola.
Te condeno a no volver a amar.
Te condeno a dejar tu juventud atrás.
Te condeno: a ser mi Italia falsa, una vez más.

italia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora