Mara
De niña creía que al creer podría ir a fiestas cada fin de semana, viajar por el mundo, rentar un hermoso departamento con vista al mar y posiblemente tener un vecino que terminaría siendo mi pareja ... Y hoy que soy adulta, tengo más deudas que vida por vivir.
Viendo un poco atrás, todas mis desgracias empezaron con la universidad.
Supe que estudiar medicina no era lo mío el día que me llegó mi primera menstruación y me desmayé en pleno baño pensando que estaba muriéndome.
Los planes de tener a una doctora en la familia y poder presumir que logré lo que mis padres no, tuvieron que posponerse debido a mi extremo por la sangre.
Al final terminé trabajando en atención al cliente. Pasé horas intentando convencer a la gente de que necesitaba un masajeador para pies con luces de colores.
¿Qué los adultos saben todo?
Claro que lo saben.
Ellos saben que las ofertas de rebajas son importantes si quieres comprar todos los productos para el hogar y no quedarte sin papel higiénico.
Pero lo más aterrador no es algo tan pequeño como eso.
El verdadero miedo empieza cuando notas que han pasado tres años desde los dieciocho y sigues siendo pésima preparando algo tan simple como el arroz. Siempre termina pareciendo puré blanco.
En algún punto dejé de exigirme demasiado y empecé por las cosas pequeñas. Como por ejemplo:
¿Por qué siempre pierdes una de tus calcetas?
—En esto no quedamos.
Por supuesto que notaría que estaban aprovechándose de ella. Solo le tomó once meses y siete días darse cuenta.
Personas como Agnes eran los clientes favoritos de mi roomie. Judas decía que las mujeres desesperadas por obtener el amor de quienes claramente nunca les harían caso, ni con el favor de Dios, pagaban cualquier precio por escuchar lo que querían.
De cualquier forma, ¿quién en su sano juicio confiaría en los servicios de brujería de alguien que claramente no conoce mucho del tema? A menos que estuvieran buscando un trabajo a medio hacer y un mal de ojo de regalo.
—El trabajo está hecho. Y solo tienes dos opciones: pagas o pagas.
Si me preguntaran como puedo describir a quien por años ha sido más un hermano para mí que mi mejor amigo, juraría que es la reencarnación del Judas original.
—¿Por qué debería pagarte para que te quedes callado por hacer lo que haces?
No es la primera ves que la veo, pero sigue siendo increíble ver como la misma Agnes que reza y predica la palabra de Dios en cada esquina, confía en la brujería para obtener un amor que estaba tan muerto, como el hámster que recibí de regalo y que enterré pensando que había pasado a mejor vida.
Nadie me dijo que los hámsteres hibernan.
A mis nueve años apenas conocía la diferencia entre niño y niña.
Para mí las niñas tenían el cabello largo y los niños, bueno ... Eran esos que nos acusaban de tener piojos.
—Si crees que yo soy el malo de esta historia, estás muy equivocada. ¿Quién fue la que me ofreció dinero para hacer algo tan bajo? Tú, Agnes. Eres la que cruzó la línea.
Otra característica que define a mi casi hermano a la perfección, es la de ser una sanguijuela pegada a la billetera de Agnes.
Cada vez que la ve, le promete que hará todo lo posible por hacer un amarre que funcione y ella termina confiando en él.
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Bestia Interior©
WerewolfSu apariencia humana era una trampa, una farsa para ocultar el monstruo que habitaba en su interior. Con cada luna llena, su hambre se intensificaba y su verdadera forma queda expuesta. Es un depredador despiadado, un monstruo con un apetito voraz...