ordinaria, muy ordinaria

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Al final hice lo mismo que cualquier otra persona de mi edad y situación podría hacer, y todo se resume en mucho alcohol, labios desconocidos y miles de caricias falsas. Recorrí muchos labios con toda la intención de repartir mi dolor y tu veneno; jugué con un par de ellos y otros cuantos no lo sintieron porque estaban más jodidos que yo.

 Doce meses, los doce meses más drásticos, hermosos y jodidos de toda mi vida. Con cada mes creía pensar menos en ti y mas en mí; comencé una relación de satisfacción y sublime cariño con el alcohol a costa de un par de horas con nuevos amigos, aprendí porqué a los universitarios más veteranos les gusta tomar sin importar el día de la semana ni el lugar si los más cercanos estaban presentes. Aprendí a aprovechar el hecho de ser mujer y sacar bastante ventaja de ello; muchos restaurantes, coches, lugares nuevos de estilos y clases muy variada, si lograba salir con mas de 3 en un día era solo una pequeña ganancia. 

Cada rostro varonil era una nueva posibilidad de miles ventajas para sacar provecho, admito que en varias ocasiones me llegaban destellos de remordimiento pero con el tiempo dejé de sentir y se convirtió en un juego sin darme cuenta que perdía todo aquello que alguna vez me había distinguido, pero vale una mierda porque al final yo soy la jodida, no me arrepiento nada de lo que hice y no me enorgullece.

Comprendo ahora que tuve una buena educación pero demasiado sobre valorada, mi virginidad a los 19 no me hacía más pura y menos puta que otras, ni el hecho de que casi nunca tomara y saliera porque me desgastaba mas en mis entrenamientos entre mi atarantada vida universitaria, ni el hecho de que jamás me besara con cualquiera porque no era mi novio. Todo eso es nada porque besé a 4 bocas distintas el mismo día que me puse ebria por primera vez mientras me aprovechaba de un par de chicos que pagarían todo.

Simplemente era yo intentando vivir mi vida sin ti pero siempre estabas presente, en el bar con mis demás amigos, en la banca a lado mío en el aula, incluso cuando viaje para competir en un pre nacional tu mensaje de apoyo me tomó por sorpresa. 

Mi mirada siempre te buscaba, en cada edificio, en cada aula; cualquier roce me hacia revivir cada vez que respire en tu pecho; tremendo cabron por verle el culo a otras en mi cara con toda la intención de verte, yo siempre indiferente aunque me atormentaba esa imagen y era el impulso que necesitaba para probar más labios, combinar otros alientos, sentir menos.


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⏰ Última actualización: Mar 10, 2019 ⏰

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