Parte II

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4 meses después

El tiempo volaba. Al igual que todos mis sentimientos por Flor, cada vez más alto y parecían imposible detenerse. Cada día eran un poquito más grandes y fuertes. Me pasaban cosas, no iba a negarlo. Su penetrante mirada me cautivó desde el primer momento en que la ví, pero había algo que hacía que no pudiera acercarme a ella y me daba miedo. Mucho miedo.

Miedo a entregar todo por amor y que otra vez me fallen.

Miedo a yo volver a fallar en el amor como lo había hecho anteriormente.

Miedo a que, ella no me quiera tanto como yo lo hago.

El miedo puede hacer que te paralices de una manera impensada, pero así como yo sentía miedo, también sentía un amor por ella que sobrepasaba todos los límites que en algún momento había conocido en el significado de la palabra "amar".

—¡Federico! ¿Por qué es así? ¡Pare un poco! —Florencia gritó llegando al jardín en una fría noche del mes de junio.

Se acercó a su árbol, que había plantado al haber podido recuperar su preciada nuez en algún rincón de la casa, algunos días después de haber llegado. En muy poco tiempo, una pequeña e insignificante plantita se volvió en un gran arbusto.

—¿Cómo querés que sea? —también me acerqué a ella.

—¡Diferente! ¿No se da cuenta que está directamente sacado de un freezer con lo frío que es con todo el mundo?   

—¿Cómo te atreves a tratarme así? —elevé mi voz. 

—Lo trato como puedo. Al igual que como usted lo hace con sus hermanos. Están ahí, en la palma de su mano, esperando a que les dé un poquito de cariño, pero como usted está más congelado que los cubitos de hielo, no se da cuenta nada. Nunca.

—¿Por qué? —la miré fijamente a los ojos.

—Porque parece incapaz de pensar en el otro. ¡Siempre se mira su propio ombligo y a los demás que nos parta un rayo! —sus gritos eran cada vez más intensos —es muy injusto la mayoría del tiempo. ¡Y ni hablar de sentimientos!

—¿Qué sabés vos de sentimientos?

—¡Mucho más de lo que usted puede imaginar! —hace un silencio, y jamás separamos la mirada del otro ni por un segundo, pero esta vez ella la tenía como algo perdida —es que yo....

—¿Vos...? —inconscientemente, nos comenzamos a acercar.

—Yo... Usted y yo...

—¿Si...? —¡que sea lo que yo esperaba!

—Nosotros... —la tenía tan cerca, tanto que no podía creer tenerla ahí y no tener la posibilidad de poder tocarla, de abrazarla, de besarla.

Tan mía pero tan inalcanzable.        

Tan cercana y tan intocable a la vez.

¡Era la niñera de mis hermanos! Era imposible. Ella era la única persona que hacía que ellos se portaran bien, que estudien, que dejen de discutir, que se controlen dentro de todas las rebeldías que tenían y no podía perder eso. Mis hermanos venían primero antes que nada ni nadie. Primero que todos mis sentimientos.

—Flor —susurré —si tan solo pudiera hacer lo mínimo e indispensable para que notaras que lo que menos hago es fijarme en mí.

—¿Qué?

—Nunca podría hacer algo para perderte, te necesitan mis hermanos —sus ojos brillosos me miraban con una transparencia inimaginable, como si tuviera algo para decirme, pero que por alguna razón, no podía hacerlo. Al igual que como me pasaba a mí —te necesito yo —hice un imprevisto silencio y acaricié su mejilla izquierda con dulzura, su piel era suave como la porcelana —desde que llegaste a mi vida, la cambiaste para siempre. No podría no imaginarte en ella. Sos lo primero que pienso al despertar y lo último al dormir.

—Don Freezer, yo... —dijo entre dientes, susurrando —yo ya estoy jugada, se lo tengo que decir —sus ojos se llenaron de lágrimas y una cayó por una de sus mejillas —estoy enamorada de usted desde el primer momento en que lo ví —sentí cómo mi corazón se aceleró de una forma inhumana, como si un fuego empezara a arder por dentro. Una sensación que jamás había experimentado —y nunca supe qué hacer para disimularlo. Creía que no iba a darse cuenta, le pido mil disculpas por esto que voy a decir, pero... yo lo amo.

En ese momento, mi mente se puso en blanco. Como si algo en mí se hubiera encendido, y el resto del mundo, de repente, me dejara de importar. Solo nosotros dos existíamos.

Cerré mis ojos y me dejé llevar. Ella, hizo lo mismo. Entonces sentí su respiración cada vez más cerca, su nariz se rozó con la mía y mis labios tocaron los suyos. Comenzando un beso que cambiaría todo para siempre. Un beso esperado. El beso que había necesitado desde el instante en que la conocí empapada en espuma. Ese beso que uno anhela desde lo más profundo de su ser, al comenzar involucrarse emocionalmente con las personas. De toda la vida. Algo que no sucede todos los días, pero así lo sentís, correcto y verdadero cuando por fin, tenes a la persona correcta a tu lado. Cuando conoces al amor de tu vida.

—Y yo a vos, con todo mi corazón —dije abrazado a ella, entre besos.

Todo lo que puedo decir es que, nunca hice nada mejor en toda mi existencia. Nada mejor más que encontrarla a punto de caerse en la espuma, cuando la noche estaba terminando y la vida me detuvo para siempre en su mirada.

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Hola a todos!!!! ¿Cómo andan? Espero que muy muy bien!

¿Qué les pareció mi primer corto? Hacía mucho tiempo que tenía ganas de escribir algo relacionado a Floricienta, parece hermoso que hoy en día sigamos disfrutándolo como lo hacemos!

El significado de un "corto" puede ser bastante contradictorio. Habrán quienes piensan que es demasiado largo y quienes piensen todo lo contrario. La verdad, que al no tener capítulos, es lo que lo diferencia de las novelas. Quise transmitir de una manera muy resumida, una historia no muy paralela a la original, con varias cosas diferentes. Un mundo sin Malalas ni Delfinas, la perfección... ¿no? Quería que Flor y Fede, al menos acá, tuvieran la oportunidad de ser felices, sin interrupciones :(

Bueno, para terminar, espero que les guste! Por ser el primero, no quería tampoco, hacerlo de una manera muy dificultosa de leer, ya vendrán más ideas e historias para quienes quieran quedarse atrapados "esperando", qué viene después.

Son todos más que bienvenidos a dejarme sus comentarios, críticas, ideas, cosas que cambiarían de mi escritura y de la historia en general.

Se vendrán muchos más, lo prometo!

Pueden también contactarme por twitter e instagram @florsbertotti en ambos.

¡Les mando un beso gigante!

Sofi

En la espuma te encontréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora