Cap. 1

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❛Un día común。❜

Era un día común como cualquier otro día en la casa de Mike y Trollino, ambos descansaban con sus cosas favoritas, chocolate para Mike y café para Trollino.

— Que gusto es estar en casa. — Mencionó Trollino dirigiéndose a Mike.

— La verdad es que si, aunque preferiría estar en la cueva buscando diamantito. — Afirmó el canino. (aunque en realidad aquí es una versión más anime que nada.)

Y la pasaron viendo la televisión, sin mucha palabra de por medio, Trollino siempre estaba metido en la película.

— ¡Trolli!. — Gritó Mike, para que le prestara atención.

— ¿Qué quieres Mike?. — Respondió el azebache, molesto por la interrupción en su amada película.

— Que ya no tengo chocolate ni caramelos... — (╥_╥)

— ¿Qué quieres que haga yo?. — Dijo.

— ¡LLEVARME A LA DULCERÍA!. — Se levantó rápidamente, queriendo jalar a Trollino con su brazo.

Trollino, tras lo que dijo Mike, de inmediato se negó, no quería salir por el momento, pero, gracias a la insistencia en Mike, Trollino tuvo que aceptar su petición. En fin, al salir de la casa aun se notaba el sol a media andada, eso indicaba que aun era medio día, pasaron varias calles, hasta llegar a la dulcería favorita de Mike, ahí tomaron varios chocolates.

Trolli, Trolli, ¡que quiero caramelos!. — Decía dispuesto a presentar un puchero en media tienda, tanto fue así que se sentó en el suelo en un plan de “Si no me compras los caramelos, no nos vamos a ir de aquí.”

— Pero Mike, que pesado eres, que ya llevas muchos chocolates. — Le respondió Trollino con cierta impaciencia en su rostro, hasta que se decidió por comprarlos. Vaaaale, pero esta semana no tendrás más caramelos, sin importar si los terminas o no. —

Tras decir eso, Mike sacudía su colita en señal que le agradaba la idea, ya se las iba a ingeniar para seguir con los caramelos el resto de la semana. Al terminar las compras, regresaron a casa sin necesidad de discutir nuevamente por algo que necesitaba Mike.

Una hora más tarde.

Volviendo a estar en la casa, Mike fue rápidamente a su habitación, privándose del mundo exterior junto con los pobres caramelos y chocolates.

— ¡Pero Mike, que haces!. — Dijo Trollino, quien oensaba: “Este perro no tiene solución.”

Tras unas horas en la habitación, finalmente Mike decidió salir, y no era porque se le había acabado el chocolate, es que quería ocultar evidencias, se preguntaran, ¿evidencias de qué?. Pues efectivamente, uno de los libros favoritos de Trollino, de los cuales Mike había comido la mitad de las hojas. “Eso te pasa por no comprarme los caramelos que quería.” pensaba Mike para tener una escusa valida ante el temperamento del azebache.

— Hablando de esto...no he visto ni a Timba, Raptor o los demás compas. — Dijo, extrañaba los escondites que hacían solo por pasar el tiempo, y...por querer ver a Trolli sonreír, que vaya, si que era difícil hacerle sonreír a este tiempo.

Por otro lado...Mike sentía un peso, esta vez estaba demasiado seguro que no se trataba se su estomago, era más una...mirada, se sentía observado (obviamente Trolli no lo iba a estar espiando.)

Continuará...

❛ Only one。❜  ╼Mikellino╾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora