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Mis cartas ven a devolver, es simple y lo sabes, pero al parecer te limitas demasiado a hacerlo y es idiota pues, ¿De qué te sirve estar apegada a algo que ni ayuda te da? Ya estás pensando en alguien mas y pues eso no está mal quizás el que está mal soy yo por pensar que todas estas cosas que te digo son verdad y es idiota estoy mal y no lo aguanto, mi vida cambio, mis ganas de vida se desvanecen, el oxígeno ya no me hace falta, la respiración se me agota igual que las lágrimas o quizás caen más frenéticamente que golpes de boxeador a su saco, es estúpido, tonto, exagerado, imbécil, llámalo como quieras pues te juro que no me haces problema alguno el tener que pensarte, al contrario, me favoreces, me quitas el sueño y me generas pensamientos inquietos que no me dejan respirar y que simplemente me recuerdan más y más a ti, cada manía, cada regaño, cada celo, incluso hasta las veces que me golpeabas me encantaba porque sabía que te desesperaba, pero ya no sucede así y es triste pues yo aún no puedo dejarte ir, aún conservo esa esperanza de que algún día llegues a la puerta de mi casa con una carta para mi junto a tus típicas manchas de pintura y tus rallones en los brazos, tu cabello largo y tus manitos finas como muñeca de porcelana que me ponía nervioso cada vez que se golpeaban y temía que se rompieran sin embargo no lo hacían, entonces notaba como al parecer si eras más fuerte que yo.

No te gustaban las iglesias, los matrimonios, mucho menos el compromiso que tenías conmigo, pero a pesar de todo esto, a pesar de mi frialdad, siempre te quedaste a excepción de hoy que es cuando más te necesito y más lloro como sauce a orillas del tintero. Te preocupaban tus estudios, aunque te aburriera el colegio, nunca supiste que carrera seguir, pues me seguías a mí y eso te bastaba, no querías estudiar ni mucho menos realizar los trabajos porque no tenías talento para eso. Y no me mal entiendas no es que no tuvieras talento para hacerlo, es solo que tu voz sobre pasaba todas las cosas que lograbas, era tu mayor fuerte y lo sigue siendo, mierda, como daría por escucharte cantar solo una vez más ME TIENES DEMENTE, por favor déjame darte un último beso, un último abrazo o si quiera una última caricia para saber si me sigo sintiendo querido, para saber si mi sentimiento a ti perdura con el paso del tiempo, pero te aseguro que si así es, estoy realmente jodido y de mi corazón lleno de cariño, solo quedara la cascara.

Que salvajada la mía como siempre intentando ahogar mis penas junto a una poesía para desenredar mis problemas que no tienen donde llegar.

Estar escribiendo en la noche ya es estúpido, estoy lucido y mi cerebro vívido como recuerdos de anciano pues hoy perduran solamente los recuerdos, las sensaciones, las caricias y esas noches de desvela que nos quedábamos mirando el uno al otro a través de una pantalla o en persona, los besos húmedos o llenos de odio, pero eso no importa, la cuestión es que estaban ahí presentes todo el tiempo al igual que el oxígeno que me robabas con los suspiros que te causaba al hacerte sentir mariposas con las estupideces románticas que enunciaba, siempre mordía el cebo cuando te acercabas con ansias de un beso, pero luego de desviabas hacia mi oído diciendo "Te quedas con las ganas, estas castigado". Que ironía, el castigo sin querer me dura hasta hoy en día. Sé que cambio temas de la nada, que en una línea parezco amarte y en la otra planeo como matarte, aunque en realidad tu eres la causante de este embrollo y de toda esta lluvia de sentimientos que diluvia una nube que me sigue hasta cuando me baño soltando un olor a alquitrán desagradable que solo tu aguantas además de adorar dicho aroma.

Ya... ya no tengo nada, siento como un escalofrío sube por mi espalda y desemboca en mi cabeza, seguido de un dolor árido más fuerte que el hombre que presumía su poder en el circo, por el contrario, yo soy el payaso que disfraza su tristeza bajo el maquillaje de un personaje inocente que entretiene a los niños, en realidad es prácticamente lo que soy, no sirvo para muchas cosas pero siempre triunfo en aquello que dedico mi tiempo, muestro una gigantesca sonrisa al público cuando hace falta y en mi interior solo queda el resto de sentimientos, tristeza, desagrado, desilusión, rabia, desesperación, ansiedad, paranoia, es más, esto puede llegar a sonar extraño pero tú eres una sensación de esas que perduran en mi cabeza, torturándome como animal de circo para entretención y goce tuyo.

ALGUNOS TEXTOS MIOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora