Capítulo 1: Problemas.
—Esta mañana se ha sabido del naufragio del barco de pasajeros Gaia, que cubría la línea Nueva York-Liverpool, con un total de doscientas personas a bordo. Un pescador ha encontrado recientemente piezas del buque en la orilla de una playa. Un análisis de los daños hace pensar que el barco se incendió, aunque, por el momento, no hay datos exactos de cómo, cuando ni por qué ocurrió éste hecho. No se ha encontrado ningún superviviente en…
Jane se dejó caer en el sofá. El mando a distancia resbaló de sus manos y cayó al suelo, con un ruido sordo.
—Mierda… —susurró, con los ojos llenos de lágrimas.
Corrió hacia la mesa que había al lado de la ventana y descolgó el teléfono. Marcó el número en el aparato y esperó, oyendo los característicos pitidos al otro lado de la línea.
—¿Sí? —respondió finalmente una voz de hombre.
—¿Connor? —preguntó Jane; su voz temblaba.
—¿Jane? ¿Eres tú? —inquirió sobresaltada la voz de Connor.
Ella no contestó.
—¿Jane? ¿Jane, estás ahí?
Jane finalmente contestó.
—Connor—tragó saliva—, Jack…
—¿Qué pasa con Jack, Jane?
Sin poder pronunciar ya una palabra más, ella se derrumbó, echándose a llorar. Connor se alarmó.
—¡Jane! ¿Qué ocurre?
La mujer intentó contestarle, pero sin éxito. Sus palabras eran a penas un balbuceo ininteligible.
—Jane, voy para allá. No te muevas de casa.
Connor colgó el teléfono, y Jane soltó el auricular y se dejó caer en el suelo, sollozando. Un destello de luz verde apareció en la chimenea, y, tras una nube de polvos del mismo color, un hombre con una túnica negra emergió de ese mismo lugar. Tenía el pelo castaño revuelto, y sus ojos verdes denotaban impaciencia. Se fijó en Jane y corrió a ayudarla.
—¡Jane! ¿Te encuentras bien? ¿Qué ha ocurrido? ¿Qué pasa con Jack?
—Connor, Jack…
Connor, que era él, le ayudó a sentarse con mucho cuidado. La mujer seguía llorando, siendo incapaz de tranquilizarse.
—¿Qué ha ocurrido?
Jane señaló a la televisión, en la cual el presentador seguía contando detalles acerca del incidente marítimo. Connor palideció.
—¿El Gaia?
Ella asintió lentamente, tapándose el rostro con las manos.
—¿Está bien el bebé?
La mujer no contestó. Siguió llorando, y de repente abrió mucho los ojos, se llevó las manos a la barriga y gritó. Connor entendió inmediatamente qué estaba pasando y sacó algo que parecía una varita de dentro de su túnica negra.
—Te llevaré al hospital, Jane.
Ella siguió gimoteando.
El hombre agitó la varita y dijo:
—Mobilicorpus.
Y el cuerpo de la mujer se elevó en el aire, y eso fue lo último que ella vio.
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Little Magic Twins
FanfictionEl mundo es duro, eso es un hecho, y algo que la gente sabe apreciar. Pero en tiempos de crisis y necesidad, todo ello se hace más patente. Para un simple muggle, los tiempos de crisis y necesidad influyen nada más en la situación monetaria. Pero, ¿...