¿Alguna vez se imaginaron ver a una venezolana en Corea? ¿No? Pues yo tampoco y mucho menos me imaginé que esa venezolana en Corea sería yo. Yo sé que Venezuela está cagada por culpa de Maduro, pero en mi desespero de salir del país no me imaginé qu...
Otro día en este paraíso venezolano, nótese mi sarcasmo, es que este país es hermoso y daría lo que fuera por él pero es que ya no vale la pena, si no fuera por el mamaguevo de Maduro nada de esto estuviera pasando ¡Gracias hijo de tu puta madre! ¡Les arruinaste la vida a los venezolanos! ¡Claro como tú si vives bien, te sabe a mierda si los demás se mueren de hambre o de enfermedades por falta de medicamentos!
–¡Rebeca ven a comer niña! –me llamó mi mamá
Fui a donde estaba ella– Mamá te he dicho que no me gusta que me digan Rebeca, me siento vieja, soy Becky o Becca
–A pues nojoda, nosotros te pusimos Rebeca y así te quedas –me regañó poniéndome el plato de comida
–¿En serio? ¿Y por qué tú te haces llamar Mari si mis abuelos te bautizaron como María Antonieta? –me burlé
–Fue una gran idea haberte puesto Becky –se rió– Ya come carajita que se te va a hacer tarde para ir al curso de idiomas
–Mamá cálmate, nada más voy es a buscar el certificado –le metí un mordisco a mi arepa
–Ah ¿Ya lo terminaste? –se sentó conmigo
–Sí, la semana pasada
–¿Qué idiomas fueron los que te enseñaron? –le dio un sorbo a su café
Terminé de masticar antes de contestar– inglés, italiano, francés, portugués y coreano
–¿Cuál fue el más difícil?
–El coreano, nagueboná de arrecho que es ese idioma, no sé ni para qué nos enseñan eso, ni que lo fuéramos a usar –me levanté a fregar mi plato
–¿Tú qué sabes? Podría servirte
–Está bien pues, el único idioma de ahí que me interesaba era el inglés y eso porque mi papá está en Estados Unidos y tengo la esperanza de que me lleve –suspiré así tipo soñadora bien gafa– Pero terminé hablando fluido otro poco de idiomas que ni idea si los vaya a usar
–No importa Becca, eso nunca sobra
–Verga, ya aprendiste como me llamo –me reí– Voy a cambiarme rapidito para irme
Me fui para mi cuarto y busqué entre mi ropa, siempre digo que no tengo ropa pero es mentira, tengo ropa que jode pero es que no sé siempre digo lo mismo pues, es como una costumbre. Me vestí así porque quiero y porque puedo:
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Y salí a millón, no es porque esté apurada sino que el guebo de las camionetas y esa vaina, ahora que me estoy acordando, yo me puse un suéter y aquí en Maracay el calor es arrechísimo, bueno me toca aguantarme, cuando por fin logré agarrar camioneta me bajé frente al edificio donde estuve viendo el curso durante un año, entré y fui pa' donde la chama de la recepción que ya prácticamente es comadre mía
