¿Alguna vez se imaginaron ver a una venezolana en Corea? ¿No? Pues yo tampoco y mucho menos me imaginé que esa venezolana en Corea sería yo. Yo sé que Venezuela está cagada por culpa de Maduro, pero en mi desespero de salir del país no me imaginé qu...
Marico me estoy muriendo, estoy es cagada oyó, nunca pensé que me iría tan lejos
–Marica no te vayas –chilló Marianela como la propia magdalena
–Marianela ¿Te pica el culo? Déjala que se vaya, en este país no hay futuro y tú lo sabes –la regañó mi tía
–Chama no quisiera irme, pero allá me está esperando una oportunidad de oro y aparte, también me espera mi papá que no lo he visto desde hace dos años que se fue para EEUU –se me salieron las lagrimas
En eso por los altavoces anunciaron mi avión, porque para completar me toca hacer escala porque desde aquí no salen aviones directos a Corea, como cosa rara aquí todo tiene fallas. Me despedí de mi mamá, mi prima y mis tíos que me acompañaban ahí y subí al avión, será un largo viaje hasta mi destino.
(°°°)
¡Al fin dios mío! ¡Ya llegué a Corea! Bajé del desgraciado avión que ya me tenía el culo cuadrado, como por mi estatura no veía un coño, me subí en una de las sillas del aeropuerto para ver si encontraba a mi papá.
–Por favor, ¿Podría bajarse de la silla? –me habló una coreana ahí en el aeropuerto. Nagueboná de bellas que son estas tipas, lo único malo es que son muy planas pero tienen un físico arrechísimo
–Ah no chama, ya va que soy un chichón de piso y no consigo a mi papá –le contesté en coreano ¿Obvio, no? A partir de ahora tengo que poner en práctica el curso que me dieron
La chama no me dijo más nada y se fue, al rato vi venir a mi papá entre aquel poco de gente china, vuelvo y repito, todos me parecen iguales ¿Cómo se diferencian entre ellos?
Me bajé corriendo de la silla y corrí hasta donde estaba mi papá– ¡Papi! –lo abracé
–¡Mi amor! –Me abrazó levantándome del suelo y me dio vueltas– Mira que grande estás, ¿Cómo estás?
–Será de edad porque sigo siendo el mismo chichón de piso de hace 2 años –me reí– Estoy mamada, quiero dormir
–Vámonos al apartamento, hija –agarró mi maleta
Salimos del aeropuerto y nos montamos en el carro, era un corola azul, muy lindo por cierto, mi papá manejó como unos 15 minutos y se estacionó en un edificio mega alto, de solo verlo me mareo en serio, entramos al edificio y subimos al ascensor
–Estoy seguro que te encantará el sitio donde viviremos –habló mi papá
–Eso espero pá –me reí
Salimos del ascensor y mi papá abrió la puerta del apartamento– Bienvenida a tu nueva casa mi niña
Me quedé boca'bierta cuando vi el apartamento, de pana no me lo podía creer
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