Cariño tropical

Capítulo 2.

Salí del despacho encontrándome con Shintaro que esperaba paciente en el pasillo,sabía que seguía enojado por lo que le dije en el auto,por lo mismo preferí ignorarlo llendo a mi cuarto sin dirigirle ni una mirada o palabra.

Al llegar a mi habitación me acerqué a la cama dispuesto a recostarme, más tarde me encargaría de las maletas. Me estiré sobre el lecho y apoyé mi rostro en la almohada soltando un quejido al momento de sentir el contacto en mi mejilla,claro,había olvidado por completo el golpe propiciado minutos antes, de forma que para evitar la molestia me acomodé de manera que la cama no hiciera fricción con la zona afectada.

Estuve divagando por algunos minutos algo así como treinta tal vez fueran unos quince todo para llegar a la misma burda conclusión,mi mejor opción en este momento era acatar las normas de mi padre e irme lo más lejos posible.

Debatí conmigo mismo sobre a que casa iría,por experiencias anteriores sabia que muchas de ellas generarían un problema ya sea por la ubicación o los sirvientes de las mismas,al tener tantas opciones me era difícil llegar a una conclusión pues conocía perfectamente los pros y los contra de cada una de ella ya que aunque me costara admitirlo no era la primera vez que era echado de la residencia principal hasta nuevo aviso.

La casa del muelle del este era por el momento mi mejor opción debido a que allí los periodistas no me encontrarían tan fácilmente a su vez la casa de las montañas me brindaba seguridad al estar tan alejada de la civilización el único problema entre estas es que habían sido mis últimos escondites por ello podría asegurar que serian las primeros lugares que visitarían los periodistas.

Suspiré del cansancio y me levanté de la cama necesitaba más opciones,fui hasta mi armario y me estiré para poder alcanzar el baúl donde guardaba la mayoría de las fichas de los lugares a mi disposición al tomarlo lo puse sobre mi escritorio y lo abrí tras sentarme.

Ví cada una de ellas con lujo de detalle algunas fueron descartadas al instantes otras simplemente se quedaron como una opción poco probable. Una por una las pequeñas fichas pasaban por mi manos y eran devueltas al baúl casi al instante no pude llegar a un consenso.

Escuché la puerta abrirse y unos pasos acercándose no les tomé importancia pues estaba absorto en la sola idea de de tener que irme ¿Porque tenía que hacerlo?Esta también era mi casa y no solo eso ¿de verdad padre era tan insensible para no entender mis razones?
se que mi comportamiento no fue el adecuado y soy mas consciente que nadie de que el peso de mi nombre es algo que no puedo cambiar se que estará ahí hasta que muera y puede que hasta después de eso,prefiero cuidar a una amigo a mantener una reputación que me fue impuesta.

Soy un humano.

-Puedes llorar todo lo que quieras Seijuro--Sentí como mi cuerpo se relajaba al oír esa voz--como tu amigo no voy a juzgarte.

Sentí unos brazos rodeandome por la espalda y un sentimiento cálido se alojó en mi pecho detecté ese aroma tan característico que recordaba desde hace años muy en el fondo tenía la esperanza de que fuese padre quien entrase en la habitación y que en un gesto de comprensión me brindará un poco de cariño.

En este universo esto no sería posible porque a mi parecer ese hombre no podría entender jamas mis razones ni mi forma de ser y aunque suene triste decirlo de mi propio padre debía pensar de forma realista es de Akashi Masaomi de quien estoy hablando el hombre que perdió la capacidad de sentir cuando le robaron a su pareja destinada.
Día en que para mi mala suerte yo también perdí la oportunidad de tener una familia.

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Estoy soñando ahora, ha pasado un tiempo desde la última vez,a mi alrededor solo puedo ver oscuridad y estoy flotando en ella es cómodo pero esta un poco frío, de la nada siento un leve olor a... ¿chocolate? No estoy seguro pero por alguna razón quiero perseguir ese aroma,mas mis extremidades no me responden y todo queda como un intento fallido, la temperatura baja cada vez más y puedo sentirlo en mi cuerpo inerte ahora ya no estoy flotando puedo caminar en la nada.