Habitación 3003. | VJOY.

Capítulo 2.

Pov V.

Estaba en paralizado, era la chica más hermosa que mis ojos habían visto.

—El amigo de el novio de Seulgi, ¿cierto?—Me preguntó.
—Yo... Sí, sí soy yo...—Le respondí apenado.
—Por favor pasa.—Se hizo a un lado y me indicó que pasara.—Siéntete como en casa.—Sonrió.

Esa sonrisa era simplemente perfecta.

—Gracias.

Acepté y ambos entramos.

El lugar era muy lindo, con mucho espacio y muy ordenado.

Ella cerró la puerta tras nosotros y pudo notar mi nerviosismo.

Se recargó sobre la puerta y habló.

—Tranquilo, no pasará nada que tú no quieras.—Rió.—¿Me permites tu abrigo?

Me quité  mi abrigo, se lo antregué y lo colgó en un perchero.

Me sentía avergonzado, ya que ella simplemente vestía una pequeña bata de color rojo.

—Acompáñame.

Tomó mi mano y me guió hasta donde estaba un sofá, ambos nos sentamos y ella me miraba, como si me estuviese analizando.

—¿Pasa algo malo?—Pregunté temeroso.
—Es lo que intento averiguar.

No entendía a lo que se refería.

—No entiendo como un chico tan lindo como tú...—Acarició mi mejilla y me hizo estremecer.—Tienes que recurrir a personas como yo...

Sus ojos lucían tristes, quisiera saber por qué.

—Yo...
—Si no te importa, podrías contarme el cómo te sientes. En mí tienes alguien en quién confiar.

Pude notar sinceridad en su mirada.

Al principio dudé un poco, se supone que Jungkook dijo que solo tendríamos sexo... Pero, ella era diferente, a pesar de ser una desconocida, sentí que de verdad podía confiar en ella.

—No te juzgaré, cariño.—Tomó mi mano y me miró.
—Bien, mi novia y yo... Tenemos cuatro años de relación, desde hace dos años vivimos juntos, pero de un tiempo para acá... Ella se ha distanciado de mí.
—¿Has hecho algo para que ella actúe de esa manera?—Me preguntó.
—No, ese es el problema... Yo me desvivo por ella, siempre trato de hacerla sentir especial, de demostrarle lo mucho que la amo...—Unas lágrimas amenazaban con salir.—Yo solo tengo ojos para ella, y sigo sin entender su rechazo hacia mí...

No pude más.

Solté en llanto frente a esa chica, lloré desconsoladamente.

Sentí unos brazos rodearme.

Era ella.

Me abrazaba mientras yo seguía llorando, después de unos momentos volteé a verla aún con mis ojos húmedos.

—Puedes dejarlo salir.—Me sonrió.—Todo estará bien.

Traté de desviar mi mirada hacia otro lugar que fuera su rostro, me sentía avergonzado de que ella supiera que me sentía tan vulnerable.

—Oye.—Tomó mi barbilla y me hizo verla de nuevo.—Llorar no es nada de qué avergonzarse. Las lágrimas son el conducto por el cual nuestro corazón se expresa cuando no encuentra las palabras para decir lo que sentimos.

—Creo que eso me hace sentir un poco mejor.—Sonreí forzadamente mientras aún lloraba.
—Ven conmigo.—Se separó de mí, tomó mi mano y nos dirigimos a el espacio separado por un gran mueble.