Habitación 3003. | VJOY.

Capítulo 1.

Pov V.

—Pero Rosé... Hoy es nuestro aniversario, ¿de verdad tienes que viajar a París?...
—Lo lamento cariño, trabajo es trabajo.—Dijo mientras guardaba zapatos en su maleta.
—Tenía preparada una sorpresa para tí...

Siempre era lo mismo, prefería a su trabajo que a mí...
—De verdad lo lamento Tae, esta sesión de fotos es muy importante y no puedo darme el lujo de faltar solo por ser nuestro aniversario. Será para la otra, ¿si?.
—Pero yo...

En ese momento sonó su celular.

—Dame un segundo.—Contestó a la llamada.—¿Si? Claro, ya bajo.—Colgó.—Llegó mi auto.

Tomó sus maletas y se dirigió a la puerta principal.

La seguí.

—Que te vaya muy bien.—Estaba por darle un beso en los labios, cuando ella corrió su rostro y lo recibió en la mejilla.
—Gracias, cariño. Te veo en dos semanas.

Me sonrió y se fue.

Cerré la puerta y me dejé caer en el sofá de la sala.

Rosé y yo teníamos cuatro años de relación y hace dos años que vivíamos juntos.

Pero desde hace casi un año se había empezado a distanciar de mí, apenas y me miraba...

¡No recuerdo la última vez que tuvimos sexo!

Saqué mi teléfono y le escribí a Jungkook.

V: "¿Estás ocupado?"

JK: "No, ¿qué pasa?"

V: "Necesito un trago"

JK: "Te veo en el bar de siempre"

V: "Llego en 15 minutos"

Tomé mi abrigo y me dirigí a mi destino.

Al llegar al bar, Jungkook me esperaba.

—Qué pasa hermano. ¿Problemas con Rosie de nuevo?—Me preguntó.
—París, dos semanas...
—¡No es cierto!—Me respondió sorprendido.
—Sí que lo es, y hoy es nuestro aniversario...
—Lo lamento hermano. Su trabajo le quita mucho tiempo y siempre lo has sabido.
—Pero no tanto como estos últimos meses...—Dije mientras recargaba mi barbilla en mi mano.
—En eso tienes razón... Me has contado lo difícil que es, y para ser sincero. Cuando los veo juntos, ella muy a fuerzas y te mira...—Tomó mi hombro en forma de consuelo.
—Te juro que no sé que hago mal, yo solo tengo ojos para ella, siempre trato de ser el mejor novio, pero aún así no entiendo por qué me rechaza...—Trataba de contener mis lágrimas pero no podía.
—Tranquilo hermano. Quizá lo que necesitas es, distraerte un poco...—Volteé a verlo.
—Por eso te llamé, estar contigo es para que me ayudes a no sentirme tan mal.
—No, me refiero a "Distraerte".

Lo dijo en un tono divertido.

Después de un rato, capté a lo que se refería.

—No, no, no, no. Me niego, no le seré infiel a Rosé.
—Ay, no lo veas por ese lado. Hazlo por tu bien, ¿hace cuánto no tienen sexo?

No me atrevía a mirarlo.

—Anda, responde.
—10 meses...—Susurré.
—¿Qué?—Me preguntó.
—10 meses...—Dije en un tono más audible.
—¡No puede ser cierto!—Pasó su mano por su cabello.—Te aseguro que si Yeri me dejara 10 meses sin sexo, enloquecería.
—No te burles...—Dije apenado.
—No me burlo. O bueno, un poco.—Rió.