El pequeño yuri no lo podía creer, hubiera maldecido a los cuatro vientos a quien se lo ubiera propuesto.
Un pequeño omega rubio y de hermosos ojos se entero una mañana de que estaría comprometido y se casaría, ignoró la advertencia.
Cuando se dio...
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-lo lamento- expreso cansado el moreno mientras echaba la cabeza hacia atrás y apretaba el puente de su nariz con fastidio por la situación, después del comentario de la niña me reí un poco y no pude evitar poner toda mi atención en Beka quien se sentó en los escalones del porche de la gran casa, su hermana seguía mirando hacia las rejas a unos 15 metros de nosotros sentada en el borde de la baranda del propio porche y aunque no era muy alto lo que estaba, la distancia de la baranda del piso media al menos un Otabek de altura pero eso no quitaba el hecho de que quisiera bajarla de un chanclazo por el miedo a que se cayera
-Alek viene en camino- menciono la chica, no tenía ni puta idea de quien era así que no opine -¿Sashel? Enserio tienen que estarme jodiendo la vida esta familia pinshe loca- el moreno se echó contra la madrera del piso de ahí abrumado, tapando su mirada, su pelo estaba desordenado y su camisa algo desecha, se veía jodidamente sexy
La adolescente rió un momento sin apartar la vista –odia que lo llamen Sashel, lo sabes- dijo por fin mirándolo con burla –Elizabeth, Elizabeth Ekaterina. Su hermana menor y si, tuve el placer de sacar la belleza de mi madre y mi abuela- me extendió su mano sonriendo y la tome, no se veía como un enemigo
-Sashel, digo Alek es el segundo de los tres. Él estaba trabajando en el hospital de la ciudad pero se va a quedar aquí durante estos seis días para conocerte-.-No sabía que tenías hermanos- le reproche al moreno a lo que solo se quejó con un "ash". Parecía un niño en estos momentos
-ven vamos- la omega me tomo del brazo y me levanto, me sacudió el polvo –buenas nalgas- dijo guiñándome un ojo y avergonzado vi como Otabek nos miraba desde el piso como si su hermana fuera una loca y con una ceja levantada, la chica iba abriendo la rejilla cuando una mano cogió mi tobillo.
Al parecer se estiro lo suficiente para alcanzarme –¿adónde lo llevas?- pregunto mirando a su hermana y aun agarrando mi tobillo –lo llevo a la cocina para violarlo junto con mama- dijo sarcástica abriendo la puerta y pateando el brazo de su hermano para que me soltara, volvió y se quejó y me soltó –no les creas nada de lo que digan- hizo señas de que no estaba vigilando y volvió a su lugar en el pórtico echado, su hermana rodo los ojos y me arrastro por la sala llevándome a la amplia cocina
-siéntate- menciono y fue por algo a la lacena –voy a preparar unas mimosas-.-que sean tres- dijo frustrada Anya viniendo hacia la cocina y sacando galletas pre-orneadas para hacer en el microondas –si ese par vuelve a pelear o peor el trio, juro que los mando a un internado para que aprendan a convivir por una vez en su vida y así no me saquen más canas- se apoyó en el lavamanos mientras se quejaba y después saco las galletas
–o tranquila madre, al final del día las vas a tapar con tinte caro, así que ahórratelo- no se en que momento, instante o circunstancia la tierna Anya se quitó la chancla y se la lanzo a la menor a lo que se cubrió con la puerta de la lacena para después tratar de protegerse con las botellas de champán y corrió alrededor de la isla
