Destino.

01.

¿Y si vendo brownies mágicos?

No, Renata. Recuerda que tienes que ganar dinero sin la posibilidad de ir a la cárcel, y vender brownies con algo ilegal a probablemente menores de edad no es una opción.

—Listo, me rindo, no iré al concierto y seré muy miserable mientras veo el concierto por Facebook. —Digo mientras me tiro a la cama de una manera no muy delicada haciendo que ésta haga un ruido no muy bonito.

— Que pesimismo tan grande para una persona tan chica — mi hermano mayor está en el umbral de la puerta viéndome con diversión.

—¿Qué haces en mi habitación?

—Vine porque dice mamá que dejes de lanzarte así a tu cama, y que si la rompes vas a dormir en el suelo.

—Dani, hermoso, ¿me das dinero? es para una buena causa— lo miro mientras hago un puchero para tratar de convencerlo.

—¿Qué buena causa?

—La de poder conocer a Shawn Mendes.

— No, porque mamá te dijo que si quieres ir a ese concierto va a ser por tus propios méritos para que aprendas el valor de las cosas.

— ¡Pero puedo aprender el valor de las cosas el otro año, que ya no tenga que comprar un boleto en menos de 10 días!

Mi hermano se va de la habitación riéndose de mí.

Sé que es bueno que mi mamá ponga esa regla porque no tenemos tanto dinero como para gastar miles de pesos en un concierto y una foto con un artista, además pronto voy a entrar a la universidad y Daniel también está en ella, pagarle a dos personas la universidad no es fácil.

Mi teléfono suena y rápidamente veo que es una llamada de Simón, llevamos aproximadamente dos meses de noviazgo.

— Hola, niño.

— Hey, Reno— así me llamaba él.

—¿Qué pasó?

— Ah, te hablaba para decirte que no voy a poder salir contigo porque mis amigos me invitaron al bar, lo siento.

— Oh, okey, no importa— añado — que te diviertas.

—gracias Reno, hablamos luego — y me cuelga.

Si estaba un poco decepcionada ya que hace una semana no salimos y estaba un poco emocionada porque íbamos a ir al cine y estaba esperando esta película desde hace ya un rato.

Mis amigas a veces me dicen que no debería estar con él porque una relación se trata de que las dos partes den lo mejor de ellos y no dejen hacer todo el trabajo a una persona. Pero cuando estoy con Simón todo es bonito y me trata bien, a veces cambia con sus amigos y no se muestra tan interesado pero como no llevamos tanto en la relación tal vez ese aspecto mejore.

.

— Mamá, ¿Cómo se hacen los brownies? — le pregunto mientras bajo las escaleras corriendo, ella está sentada en la sala haciendo algo en la computadora, de seguro son cosas del trabajo.

No amigos, no van a ser mágicos, no quiero ir a la cárcel.

— Renata, ni siquiera sabes hacer pancakes.

— Y por eso te estoy preguntando para saber cómo hacerlos

Convencí a Daniel de que me ayudara a prepararlos porque entre los dos yo creo que si logramos lo que una persona con habilidades promedio en la cocina haría. Claro, me costó una semana de esclavitud pero ojalá valga la pena.

— Entonces se baten los ingredientes hasta hacer una masa homogénea y sin grumos— menciono mientras leo la receta que mamá nos dio —¿Tenemos batidora?

—¿No eso se hace en la licuadora?

De acuerdo, tal vez la semana de esclavitud no va a servir de nada.

—No puedo creer que me lleves tres años y seas más bruto que yo.

— Tengo 21, tampoco estoy tan grande.

— ¿Así que aceptas que estas menso?— Le pregunto con un tono divertido

Pasamos al rededor de dos horas tratando de hacer la mezcla de brownies y por fin estaba, no se veía nada mal y ahora sólo faltaba meterlos al horno y esperar a que se hicieran.

— ¿Cómo se prende esta cosa?— Dice Dani mientras trata de encender el horno.

— Yo no tengo ni idea.

—¿Y si los hacemos en el horno de microondas? — esa sugerencia no sonaba tan mal.

— Creo que si puede ser una opción pero ¿Cuántos minutos los metemos?

—No puedo creer que sean tan inútiles, debería ponerlos a hacer el almuerzo una semana para ver si aprenden— dice mi mamá entrando a la cocina.

—Yo que sé, no estudié en la NASA para saber cómo se prende eso— Dice Daniel viendo atentamente a mi mamá prendiendo el horno.

Ay no, es especialista en decir cosas que no son en el momento indicando y debe dejar de ver tanto Drake & Josh.

—Listo, los meten y los dejan ahí 20 minutos, cuidado y se les quemen porque ustedes van a ser mis esclavos por tres meses— mi mamá sale de la cocina.

— Bueno, me voy, mi trabajo aquí ha terminado.

— Hey, no tan rápido simio, ayúdame a limpiar la cocina.

—No gracias, mi esclava hará el trabajo por mi.

Maldita sea, ni siquiera fue de ayuda.

Esperé los 20 minutos mientras limpiaba la cocina que quedó hecha un desastre y saqué los brownies.

Ahora sólo faltaba meterlos en bolsitas transparentes y ponerles un listón para que se vieran lindos.

Mi camino a la riqueza vendiendo brownies se ve claramente, ojalá funcione esto y logre juntar el dinero suficiente para poder verlo.

Shawn Mendes allá voy.