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La venta de Brownies no está nada mal.

Llevo unos cinco días vendiéndolos y ya casi tengo lo suficiente para un boleto muy cerca del escenario.

Ya que es imposible que junte dinero para el meet & greet me conformaré con ir al concierto solamente. Puede que en transcurso del año ahorre más, queden unos cuantos y consiga uno, lo más importante es ir al concierto.

El concierto es en la capital del país, y yo vivo como a 12 horas de ahí en coche, lo cual agrega el gasto de hospedaje y transporte, yo creo que con un riñón si puedo vivir tranquilamente.

—¡Esclava, traeme agua! — grita mi hermano desde su cuarto.

Me levanté de mala gana de mi cama y me dirigí a la cocina. Esto de ser su esclava, por tenerlo solamente estorbando mientras hacía los brownies, no fue buena idea.

— Ten y deja de ser tan flojo, tu también puedes ir por agua, tienes piernas.

— Pero también tengo una esclava, no pienso desaprovechar ese ofertón.

Me voy a mi habitación para cambiarme e ir a vender los brownies al parque central de mi pequeña ciudad, hoy me va a acompañar Simón y me parece perfecto. Me puse unos jeans y una sudadera corta, me maquille un poco y me ondulé el cabello, tenía que vender los brownies viéndome presentable.

La técnica que tenía para venderlos era llegar con las personas y decirles que tenía esos brownies y los había hecho para poder ir al concierto de mi artista favorito, eso hacía que las personas se rieran y a veces hasta me pagaban más del costó de los brownies, para mi funcionaba y eso estaba perfecto.

Simón llego y tocó la bocina para que saliera.

—Hola lindo — dije mientras besaba su mejilla.

—Hola Reno.

—¿Preparado para vender muchísimos brownies hoy?

— Listo, ojalá hoy termines de juntar para ese boleto, la venta es en tres días y necesitas ir a ver a ese cantante — me dio aliento y me dio un beso corto en los labios.

Este niño me encantaba.

Llegamos al parque y empezamos con la venta, íbamos caminando al rededor de este mientras ofrecimos brownies con el discurso que anteriormente les mencioné. Nos estaba yendo muy bien, Simón encontró a una amiga.

— ¡Hola, Amanda! — la saludó con entusiasmo mientras la abrazaba.

Yo no conocía a esa chica y él empezó a hablar con ella.

Mientras esperaba a que Simón terminara de hablar con esa chica vi a dos chicos caminando mientras reían y me acerqué a ellos.

—Hola chicos, estoy vendiendo estos brownies para juntar dinero para ir al concierto de mi artista favorito, ¿Quisieran comprar alguno? —dije mientras sonreía

— Claro, ¿A qué artista vas a ver?

— Si junto el dinero suficiente a Shawn Mendes

— Está bien, danos cuatro brownies porque se ven deliciosos y te queremos ayudar —me dijo mientras sacaba su billetera.

— Ay, muchísimas gracias chicos

Tomé los cuatro brownies.

—¿Y tienes acompañante para el concierto?— me dijo mientras le entregaba los brownies.

—Si, si tiene acompañante y también novio para tu información— dice Simón a mis espaldas, y me toma de la muñeca un poco fuerte— ella ya se va.

—Oye espera, me estaba comprando brownies— le digo resistiendome, el chico que me hizo la pregunta me da el dinero rápido y necesitaba darle cambio.

—Quedate con el cambio y perdón por causarte problemas— el chico me dice con una cara de arrepentimiento.

Simón va caminando rápido y tengo que casi correr para alcanzarlo.

—Oye ¿Qué te pasa? No estaba haciendo nada, sólo les vendía brownies— digo llegando a su lado.

—Ahora entiendo porqué te va tan bien vendiendo brownies, sólo le vendes a chicos para que crean que tienen una oportunidad contigo

¿Qué acaba de decir?

—Claro que no, y lo viste, también le vendimos a señoras y a cualquier persona— mi enojo estaba aumentando.

—¿Ya conseguiste lo suficiente para el boleto?

— Eso creo, pero tengo que seguir ahorran...

—perfecto entonces ya nos vamos— dice tomándome de la mano y caminando en dirección a su camioneta.

Creo que mi venta hasta aquí terminó, mínimo pude conseguir lo suficiente para el boleto. En el camino a mi casa ninguno dice nada y cuando llegamos me baje rapidame del auto sin decile ninguna palabra y azoté la puerta.

—¿Qué pasó?— me dice mi mamá viéndome desde la sala.

—Nada, el tonto de Simón se molestó y no pude vender todos los brownies hoy, ya iré mañana de nuevo.— y subí a mi habitación.

Era un tonto y no me gustaba que nos pelearamos.

mínimo ya tenía para el boleto del concierto y la venta cada día se acercaba más, ahora si Shawn Mendes, allá voy.

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⏰ Última actualización: Jan 18, 2019 ⏰

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