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Camila

Un día especial en la casa de los Valencia despues de volver a Chile.

—Por fin volviste hueona. —me dijo mi mejor amiga, la Ignacia. —Esperé un siglo por esto, fueron los meses más largos de mi vida.

Me reí y la abracé con ganas.

—También me parecieron los meses más largos de mi vida, mi pueblo natal no es lo mismo sin ti.

Me miró con los ojos entrecerrados y luego asintió.

—Es obvio, soy la alegría de tu vida.

Sonreí.

—¡Niñas! —gritó mi mamá desde el living.—¡Vamos a cantar cumpleaños, bajen!

Hoy era el cumpleaños de mi tío Samuel, él era español y se había venido a vivir a Chile cuando nosotros nos vinimos. En verdad somos una familia muy unida desde que tengo uso de razón. Es la pareja de mi tía Luna y lo queremos como si lo hubieran conocido desde que eran todos jóvenes.

Mi mamá dice que tuvo los pantalones que el papá del Luan no tuvo, de hecho nadie habla de él por el mismo tema, es alguien de quién no vale la pena hablar en verdad.

—¿El Luan no vino? —me preguntó.

La miré con los ojos entrecerrados, buscando que se acusara sola.

—No me mirís así.

Objetivo cumplido.

—Creo que sí. —le dije buscando a mi primo con la mirada. Desde que llegamos a Chile otra vez que no lo veo. —Es el cumpleaños de su papá po' amiga.

Al Luan no le gustaba que dijéramos que su papá era el tío Samuel, de hecho es lo que más detestaba de todo.

—Es que no lo veo.

Me reí.

—Menos mal no te interesaba.

Me miró confundida.

—No me interesa. —reafirmó, mientras se arreglaba el vestido que traía puesto. —No me interesa en lo absoluto.

Me reí y la animé a que saliéramos de mi pieza con mis manos.

—¡Niñas!

YA VOY MAMÁ

—¿Me veo bien?

—Estai como pa' chantarte...

—¡Camila!

Me retó para luego reírse y darme un abrazo cálido de mejores amigas.

Llegamos al living, donde estaba un poco de mi loca familia. Estaban mis papás, mi hermana mayor, mis tíos y mis primos, la menor es la Anto, ella es un angelito precioso, tiene dos añitos y es muy linda.

—¿Me están huebeando? —preguntó mi amiga mirando hacía la izquierda, mientras rodaba los ojos. —Benjamín, ¿Qué estai haciendo aquí?

Miré en la misma dirección que mi amiga y me llevé la sorpresa que el hermano de mi mejor amiga, al cuál no soporto por cierto, estaba en mi casa.

¿Por qué me pasan estas hueas a mí?

—Es el cumpleaños del Samuel, Ignacia. —le respondió el Luan de mala gana. —Yo lo invité, así como la Camila te invitó. —tomó un sorbo de su vaso antes de volver a mirarla mal. —Sería muy care' raja que tengai un problema con eso.

Miré a la Nacha para analizar su reacción y efectivamente éstos estaban en una especie de competencia de quién miraba con más odio al otro.

—Pesado de mierda. —dijo entre dientes.

Déjate de huear [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora