Capítulo 1

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"Me gustas" decía aquella pequeña carta que Taehyung acababa de sacar de su casillero. No podía creerlo. Le gustaba a alguien. Nervioso, miró a los lados para ver si encontraba alguien sospechoso pero entre tanta gente le era imposible. Leyó de nuevo aquel corto mensaje y buscó si estaba firmado. Para su desgracia, no estaba firmada.

Taehyung agarró la carta con cuidado como si de oro se tratase y la guardó en su mochila.

Su corazón seguía latiendo rápidamente mientras se dirigía a clase. Caminaba hacia su aula distraído, pensando e intentando averiguar de quien podría ser esa carta. Él deseaba con todas sus fuerzas que fuera de Choi Gyeong- Hui, que tal como su nombre significaba, era una chica con una belleza honorable y nadie podía arrebatarle el puesto. Pero Taehyung sabía perfectamente que ella no sentía lo mismo por él. Aquello se olía a 500 kilómetros. Pero soñar era gratis.

Llegó a su clase y se sentó en su respectivo sitio. El profesor estaba apunto de llegar y mientras esperaba a que comenzaran las clases, buscó a Gyeong- Hui por si esta se mostraba inquieta, pero nada. Ella seguía tan normal como siempre.

No dejaba de hacerse ilusiones que sabía que no debía crear. Pero no podía evitarlo. Estaba muy enamorado de aquella chica.

La hora del recreo llegó y sus queridos amigos, Jimin y Jungkook fueron a su clase. Jimin y él están en su último año de escuela, aunque ambos están en clases distintas este año, mientras que Jungkook no finalizaría la escuela hasta dentro de dos años.

Taehyung, más divisarlos por la puerta corrediza, se levantó rápidamente y se dirigió hacia ellos.

—Venid, vamos afuera. Tengo que mostraros algo—dijo mientras cogía su mochila y se la colgaba del hombro.

Jimin y Jungkook se miraron confundidos ante la extrañeza de Taehyung y para calmar sus sentimientos de curiosidad, lo siguieron.

Una vez fuera y en una zona donde no solía pasar mucha gente, Taehyung se deshizo de la mochila que colgaba en su hombro y la abrió. Sacó de su mochila aquel pequeño trozo de papel que le hacía palpitar el corazón como loco.

—Me han dejado esto en el casillero esta mañana.

El muchacho desdobló la carta para enseñársela a sus amigos.

—Wow-exclamó con poco entusiasmo Jimin—Es sólo una carta Tae.

-No es sólo una carta-se defendía el muchacho-Es una carta de declaración. ¡Hay alguien ahí fuera a quien le gusto! Y podría ser... vosotros ya sabéis a quién me refiero.

—¿No pone el nombre de quien fue?—se atrevió a preguntar el más joven de los tres.

—No... por eso digo de que a "alguien" le gusto.

—¿No has llegado a la conclusión de que podría ser un tipo de broma?—interviene Jimin—A lo mejor hay alguien que sólo quiere burlarse de ti...

Taehyung no se le había pasado esa idea por la cabeza. Todo el entusiasmo y nerviosismo que llevaba en el cuerpo desde aquella mañana temprano se habían desvanecido tras las palabras recientes de su amigo. No había caído en eso. Él se había metido tanto en sus fantasías e ilusiones de gustarle a alguien, incluso la probabilidad de que ese alguien fuera Gyeong- Hui, que nunca vio la otra cara de la moneda.

—Yo...-balbucea mientras dirige su mirada al suelo—tienes razón—Es lo único que logra decir Taehyung.

Su amigo Jimin acaba de destruir, en un tiempo de un minuto, toda esperanza e ilusiones que el muchacho se había estado creando durante horas.

—Oye, Tae, no era mi intención hacerte sentir mal...—le consuela su amigo apoyando una mano sobre uno de sus hombros. Lo mueve un poco para que lo mire—¿De verdad que no has caído en que podrían estar gastándote una broma?

Taehyung negó con la cabeza.

—¿Qué opinas tú, Jungkook?—preguntó Taehyung girando la cabeza en dirección al otro chico-Apenas has hablado desde que saqué la carta.

—Bu-bueno pues yo...—balbuceó.

El muchacho no se esperaba que le preguntase su opinión. Él simplemente estaba observando la escena, un mero espectador, ya que él sabía el remitente de aquella carta. Él mismo.

Y definitivamente lo que sentía por Taehyung no era ninguna broma.

—Opino lo mismo que Jimin hyung—mintió—puede que se trate de una broma. Es mejor no hacerte ilusiones.

"Como sino te las hubieras creado ya, imbécil." Se dijo Jungkook para sí mismo tras decirle aquello a su hyung.

Odia este sentimiento que tiene hacia su hyung. Pero a la vez le encanta. No puede evitarlo. Ya lleva bastante tiempo cargando con este sentimiento y quiere expresarselo de alguna forma y esta fue la única manera que se le ocurrió.

¿Debería haberla firmado? Sí. ¿Por qué no lo hizo? Por miedo al rechazo, supone el joven. O incluso por algo peor: perder todo contacto con Taehyung y que este no vuelva a dirigirle la palabra.

Sin ninguna duda, ese es su mayor miedo. Y definitivamente no quiere que se haga realidad.

El timbre suena, anunciando a los alumnos que deben regresar a sus respectivas aulas para seguir impartiendo sus clases. Jimin le da unas palmadas a la espalda a Taehyung a modo de ánimos. Jungkook solo le dedica una leve sonrisa y los tres vuelven a sus aulas.

Las clases de hoy han finalizado y los tres se dirigen a sus hogares caminando juntos. Jimin es el que más habla hoy para levantar los ánimos de Taehyung. Jungkook imita los gestos de su hyung pero poco dura su intento ya que se sumerge en sus propios pensamientos respecto a la carta. No quiere seguir pensando en ese fracaso absoluto pero, no puede evitarlo.

Los tres amigos se separan, tomando direcciones opuestas para llegar ya a sus casas. Jungkook sigue dándole vueltas al asunto.

"¿En qué momento me enamoré de él?" Se pregunta y lo recuerda al instante: Jimin fue quien se lo presentó. Hace unos dos o casi tres años, Taehyung era nuevo en la clase de Jimin, nuevo en la ciudad de ambos. Se mudó de Daegu para venirse aquí, a Busan, por trabajo de su padre. Este no dudo en ir a hablar con su nuevo compañero de clase, decía que desprendía un aura agradable y no quiso desaprovechar esa oportunidad. En ese mismo día, Jimin se lo presentó y los tres llegaron a convertirse en aquellos amigos inseparables que son en la actualidad.

El tiempo fue el culpable de que Jungkook acabase enamorándose de Taehyung. Taehyung también es culpable de aquello, por sus acciones y acercamientos hacia el joven. Culpable también su propio corazón, que palpitaba ferozmente antes esos sucesos. Y culpable él mismo, que podía haberse alejado temporalmente de Taehyung hasta calmarse, pero hizo todo lo contrario.

El joven, exhausto, comió deprisa y se fue a su habitación. Se tumbó en su cama y siguió pensando. Su mente no le dejaba tranquilo. No quería dejar las cosas así, inacabadas.

El tiempo pasaba y Jungkook tomó una decisión. Quería que su hyung no se tomara aquella declaración como una simple y fea broma, por lo que decidió que le escribiría una pequeña nota todas las semanas.

(...)

Si llegas a leer esto, enhorabuena, te acabas de ganar todo mi amor uwu

💜 Gracias por leer 💜


Cartas para ti [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora