Fragilidad

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Que tan lejos queda el cielo? Si cuando amamos lo tocamos, cuando cumplimos sueños lo acariciamos, cuando soñamos hasta lo volamos...pero que cielo es el verdadero? El que vivimos o en el vamos cuando morimos? Todo eso me preguntaba yo mientras estaba sentada en la puerta de un bar, defraudada de lo que me había tocado de amor, lo mucho recibí y lo poco que di. Él todavía no llegaba, su nombre era raro y su manera de llamarme bebe ridícula, cada vez que decía irse a dormir me despedía como si no existiera mañana, como si me amara en todo momento. Yo intentaba alejarlo de eso, de ese amor que él creía que yo sentía, hasta que llego...creí que no llegaría

-Francesca...no imaginas lo que paso...-relato una serie de problemas en el camino, los cuales no me importaban él ya estaba ahí y podría decirle que...

-estas hermosa hoy?-sonreí como agradeciendo obligadamente

-Charlie-si se llamaba así- por ahí vas muy rápido con esto, no creo ser la mejor persona para vos-se rio como si le causara mis verdades

-Francesca ya hace un año que nos vemos, no hemos pasado una noche juntos sin que decidas irte! Y eso no me molesta, ni siquiera pensaba decírtelo pero por ahí te va a hacer bien una compañía y más en las noches, son oscuras y solitarias, un compañero no te vendría mal-escuche cada palabra y asenté con la cabeza, como diciéndole que si a todo, no costaba nada probar

-Está bien-fue lo único que me salio, ahora si en pareja con Charlie que no me convencía al 100%, pero era bueno intentar decía mi madre.

Con mis 24 años, había pasado a mi 4° año en psicología, toda las materias al día, no me llevaba muy bien con mi familia por eso no pasaba mucho tiempo con ellos, desde que mama había muerto nadie pudo hacer que la familia funcionase y así fue cuando me aferre a Charlie y él se enamoró perdidamente de mi fragilidad, en su momento. Lo conocí cuando compre unas flores para llevarle a mi madre y el las vendía, me ayudo a elegir un color discreto y sencillo tan cual le gustaban, lleve claveles blancos. Cuando me iba se me cayó el celular, me llamo para decirme y le agradecí .Luego de eso cada mañana antes de ir a visitar a mama al cementerio el me ayudaba a elegir una flor distinta por cada día ,rosas ,petunias, jazmines, jacintos, gardenias, tulipanes, las flores nos unieron, tomamos café una tarde, una cerveza una noche y cuando quisimos acordar todas las tardes elegíamos una flor, cerraba el puesto y me acompañaba a dejarle una flor a mi mama ,y así estuvimos 1 año, ya se había vuelto costumbre besarnos. Pero yo sentía que lo mío no era la rutina, se lo dije, pero él siguió con eso, no me dejaba de acompañar, se ofrecía a llevarme a casa, me regalaba dulces y detalles hermosos, pero no eran necesarios aun así me gustaran.

¿Qué tan lejos queda el cielo?Where stories live. Discover now