Los Renegados/PAUSADA

Cap 1

Primera parte: Las Artes Anglicanas.

Capitulo 1: El Guardián

Otra noche sin poder dormir.

                  Desperté por una pesadilla, acompañada con el ruido de las manecillas del reloj, girando cada segundo.

Me animo a bajar por un vaso de agua para que me reconforte un poco, y me recargo de la nevera mientras la bebo.

Resignada vuelvo a acostarme con el canto de los búhos.

Esas aves me parecen curiosas, no temen estar rodeadas por la espesura de la noche y salen a expresar sus sentimientos nocturnos.

Miro el cielo donde se puede vislumbrar un poco la luna y luego el reloj, ya la alarma va a sonar.

Tengo que levantarme para ir a misa: debemos hacerlo para que los demonios se mantengan alejados y no nos hagan daño.

Los que no lo hacen, viven atormentados por ellos.

Silencio la alarma antes de que suene y me levanto. Mi manía por levantarme temprano no desaparece y el no poder dormir bien, me favorece.

Escojo la ropa, una camisa abotonada con manga, una falda por debajo de las rodillas y zapatillas de tacón.

Hago el desayuno y hubiera sido tranquilo, si no es porque Valentín, (mi hermana mayor) no lo hubiese criticado. Le sonreí con gracia cuando mi mama la ignoro pese a sus quejas.

No parecemos hermanas, parecemos enemigas conflictivas.

Noto que me falta algo cuando me veo en el espejo.

Mi crucifijo.

Me apruebo por recordarlo porque no puedo salir sin él.

Somos un grupo pequeño que sale de casa, pero a medida que avanzamos se agrupan más personas.

-¡oh! Padre señor del cielo, perdónanos porque hemos pecado-dice el sacerdote y nosotros lo repetimos.

Antes de la comunión se hace la oración para evitar enfrentamientos y los guardianes se ponen alertas: vigilando que nadie se atreva a llevarse las hostias o quizás para atrapar a un poseído.

La piel se me eriza, un niño se sacude en su puesto y un guardián fija su vista en él.

-niño ven conmigo-su voz se asemeja al de una campana.

-no iré contigo-dice con una voz que no es suya y su madre lo empuja lejos.

No quiere ser tocada por ese ser blasfemo que tiene adentro.

El guardián lo obliga a caminar y las personas hacen espacio, no quieren estar cerca.

Se tira al suelo y el guardián le agarra las manos, su otra mano la coloca en el pecho del niño para sostenerlo.

-¡no veas Abdamsa!-volteo automáticamente. Mi mamá está sentada al otro lado, no podía verme pero Valentín estaba junto a mí y le cuchicheó lo que hacía.

De la boca del niño empieza a salir un humo negro.

-regresa al infierno-ordena el guardián. El humo/demonio da vueltas en espiral y se estrella contra el suelo desapareciendo.

La mamá del niño se acerca para recogerlo del suelo, porque quedo desmayado y el guardián se lo impide.

-el niño se quedara con nosotros, será educado de acuerdo a nuestras artes y cuando tenga la edad suficiente se pondrá al servicio del señor.