mi madre siempre me definió como todo un caballero, ya que, cada vez que tenía una relación con alguna persona me esforzaba al máximo para que no se rompiera, aunque casi siempre terminaba solo, porque no soy los suficientemente agresivo con ellas y no es que no sea agresivo, es que quiero que todo vaya tranquilo, como un cuento de hadas en el que el príncipe finalmente conoce a su princesa, y eso que mi rara adicción a las películas o libros sobre romance, también dice que soy muy trabajador y responsable.
Aunque en algún momento de mi vida me gustaría conocer a el amor de mi vida, aunque ya tengo 25 años no pierdo la esperanza de encontrar a alguien, nunca me importo el género ni nada de eso, solo me importa que esa persona me ame y que yo le pueda entregar todo el amor que tengo.
-gracias señor, vuelva pronto- le dije a el ultimo cliente de mi fila mientras escuchaba como armin y mikasa seguían atendiendo a sus clientes, soy un cajero bancario, mi trabajo no era sencillo puesto que Los cajeros bancarios son responsables del procesamiento exacto de las transacciones de rutina en los bancos. Estas transacciones incluyen el cobro de cheques, los depósitos de dinero, y el cobro de cuotas de créditos. Y eso era lo difícil aunque soy muy bueno en matemáticas y calculo. Y me pagan bien por ello así que con eso puedo vivir.
-eren estas distraído, ¿sucedió algo?- pregunto armin mientras contaba y tecleaba en su computadora.
-nada en especial-dije un poco desanimado, pero igualmente sonriéndole a un chico que llego a mi puesto, y comenze a atenderlo.
- apuesto que es porque no has encontrado a alguien verdad-dijo mikasa segura de lo que estaba hablando- creo que te ayudare a encontrar a alguien, ¿cómo te gustan las personas?
- no me interesa el físico lo que me importa es que me quiera- dije totalmente decidido levantándome a sacarle fotocopia a un documento del cliente.- pero mi única condición es que sea más bajo o baja que yo.
- no pues, ni que fueras tan enano.
-claro un enano de 1.83 de estatura. Dijo mikasa riéndose de mí y de su propio comentario seguida por armin.
Yo solo me concentraba en seguir con mi rutina y que nada me distragera, y no concentrarme en sus risas, y más que todo, no pensar en el pequeño dolor que me causa en el alma saber que no tengo a nadie, o darle cariño y besos y abrazarlo cada mañana.
Soy demasiado cursi.
(...)
Justo cuando terminaba mi jornada de trabajo pasaba por una cafetería y comía alguna cosa antes de irme a casa a estar solo toda la noche, así que a veces me quedaba horas en la calle recorriendo el parque o algo para no aburrirme.
Entre al lugar, su nombre es "no name" una vez que entrabas se sentía el olor a pan y café, era una experiencia realmente relajante.
-buenas noches eren- me dijo la adorable camarera de ella cafetería hanji zoe- quieres lo de siempre cierto ?- yo simplemente asentí, para mí lo de siempre era un cruasán y un capuchino, aunque algunas veces pedía algo dulce como una rebanada de pastel de chocolate o vainilla.
Me trajo mi orden y comerse a observar el lugar." hay chicos y chicas lindos, incluso algunos me miran" me dije a mi mismo y seguí tomando de mi capuchino, mire los meseros, los clientes y nada ninguno me pareció bien, no soy exigente pero creo fielmente en el amor a primera vista.
-muchas gracias.
Page la cuenta a un chico que estaba en la caja registradora y me fui normalmente para mi pequeño departamento en cuanto abrí la puerta, ni siquiera me cambie de ropa y me eche en la cama, no era tan grande pero era suficiente como para que durmieran dos personas, me acurruque en el rincón y suspire mirando el vacío que ese hacía en mi cama, sentí mi corazón hundirse en mi pecho, no me gustaba estar solo, y mucho menos de noche, así que solo abrace una de las almohadas largas que tenía en mi cama y la estreche totalmente sobre mi cuerpo era uno de los pocos consuelos a mi mismo que podía hacer para poder quedar dormido, sentía que me dolía la nariz y me ardían los ojos debido a las ganas de llorar.
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Tu Voz [Ereri]
RomancePersonas como yo que estamos dispuestas a amar a alguien, somos las que me sufrimos por amor o por soledad.