" Talvez, En lugar de crecer; Necesitamos empequeñecernos para mirar aquello que llamabamos realidad con los ojos de un niño "
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Katia Pov
Agarré los dos potes de nutella que había cumprado y salí de la tienda.
Caminé hasta mi auto y antes de llegar una moto se interpone en mi camino haciendo que esta parara de golpe y yo me echara hacía atrás por instinto.
Alzé mi vista y el tipo de la moto quitó su casco y reconocí esos ojos amarillentos.
- Se puede saber que te ocurre, Estúpido Niño Rata - Dije y bufé furiosa.
Formuló una sonrisa burlona y dijo.
- Pues que decirte voy por la calle arrollando gente - Dijo sarcástico.
Solté una risa amarga.
- Pues eso parece - Terminé y comenzé a caminar nuevamente retomando mi camino.
( .. )
Al llegar al hospital, Estacioné y bajé del auto mientras apretaba el botón de cierre, Haciendo que este soltara aquel sonido que indicaba que este estaba bloqueado
Afiancé el agarre en el que tenía la bolsa con las nutellas y me adentré a los fríos pasillos del hospital; Hasta llegar a la habitación en la que se encontraba mi castaña amiga.
Iba a agarrar el pómo de la puerta pero antes ví por el vidrio cristalizado que tenía la puerta en forma vértical, A una pelinegra con uniforme de enfermera que peleaba con Sam.
- Ya te lo dije perra, Tómate las putas medicinas - Dijo entre dientes la pelo carbón.
- No me digas perra, Perra - Devolvió con amargura Samantha mientras la fúlminaba severamente con la mirada - No me tomaré el puto jarabe, Ve tú a saber si tienen baba o veneno, Y digamos que no quiero que me pegues ni herpes ni sida, Zorra.
- No eres tan importante como para hacer eso, No perderé mi tiempo contigo - Dijo para luego rodar sus orbes y luego salir.
La Pelo azabache se voltió con su carrito de medicinas dispuesta a largarse, Pero Samantha fué mas rápida y agarró el pote marrón con Jaraba y se lo lanzó en el pelo vaciando el envase.
La enfermera saltó cuando sintió aquella sustancia en su cabello, Y alzó su mano y se la pasó por el pelo para confirmar si tenía algo allí y cuando e sintió aquella mezcla pegajosa soltó un chillido y voltió donde la pelos marrones.
- Oh, No lo hiciste perra - Ladró mientras de sus ojos salían llamas.
- Oh, Si lo hice - Contestó Samantha, Para luego cambiar su expresión de burla a una de falso pesar - Mira el lado bueno, Podrás cambiar de peluca; Digamos que ese color no te sienta yo te recomendaría un verde al grinch.
Sotó sin pelo es la lengua, Ya asustada por lo que se venía entré rápidamente a la sala y paré a la pelo oscuro que estaba por tirarse como gata arriba de la paciente.
- Oh no, Alejate - Dije mientras ponía mi mano abierta en su cara para que se detuviera y ella me miró con fastidos.
- ¿Quien eres? Deja que le de su merecido a esa, Perra sarnosa - Dijo mientras hacía el amago de acercarse a mi amiga.
- Atrévete, Cabeza hueca - Soltó nuevamente la chica que yacía en la camilla para luego continuar - Parece que no evolucionas en insultos mira te muestro como yo sí, Cuqueca mal hecha.
- Yah~ - Las corté - Tu largate de verdad tu rostro me estresa.
Y no esperé respuesta, Solo abrí la puerta y la empuje con una fuerza inugualable su espalda haciendo que hiciera un tráspies haciendo que casi cayera y cerré la puerta, Pero luego me acordé que dejó su asqueroso carrito, Lo agarré y abrí nuevamente la lo lanzé haciendo que casi cayera sobre ella, Volví, Por segunda vez, A cerrar la puerta y Samantha me miró.
- Eres la puta ama - Dijo y chocamos puños.
- Ahora dime, ¿Porque crees que el Jarabe tenía veneno o herpes? - Dije burlona mientras me sentaba a un lado de ella.
- Porque la escuché, A esa Cuqueca y a su perrita faldera hablando de que era una perra por tener a un hombre tan ardiente y que pondrían nose que mierda en mis medicamentos para matarme.
Solté una carcajada también contagiandola.
- Ya, Yah, Ahora dime que haz hecho estos días..
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