Mi madre había regresado de su viaje.
Como ella no conoció Roma volvimos a recorrer lo todo.
-Quiero venirme a vivir aquí, esta precioso- dijo ella.
-Si es lindo- le conteste sin importancia.
Lo que me gustaba más de Roma eran los chicos y créanme que no mentía.
Tenía mi cabeza abajo cuando choqué con algo o alguien.
-Perdón- le dije.
-No, no hay problema- era un chico de ojos de color café y cabello castaño, era demasiado guapo a decir verdad, se veía de mi edad.
-Oye- me paso la mano por enfrente.
-Lo siento- dije saliendo de mi trance- Que me decías
-Que si estabas bien.
-Ah, si si estoy bien, lo siento- le dije.
Me quede callada al igual que el.
-Lo siento, soy Zac- dijo extendiéndome la mano.
Por su acento note que era británico.
-Y yo soy Sky- le sonreí- Eres británico, no es así?
-Si- me sonrió- de Londres.
Creo que en ese momento me empece a emocionar.
-Yo vivo allá- trate de no sonar emocionada.
-Sky- alguien grito, mire atrás y era mi madre. En ese momento la empece a mal decir por interrumpirme.
-Creo que me tengo que ir- le conteste.
Me voltee y en ese momento grito el.
-Voltee y me volví a asercar me a el- si?.
-Podrías pasarme tu número? Digo para ya sabes algún día platicar y conocernos más.
-Sonreí ante su nerviosismo en la voz- Claro- se lo dicte.
-Esta bien, nos vemos después- me dijo.
-Claro- le conteste.
Camine a donde estaba Mary y mi mama esperándome.
-Como tardas cariño- dijo mi mama.
-Lo siento trato de hacer nuevos amigos- le dije.
Mi madre se quedo callada en todo el camino, no decía nada.
-Quien era el?- asta que lo rompió con esa pregunta.
-Es un chico que acabo de conocer- le dije.
Se quedo callada.
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*2 meses después*
-Aún no haz empacado?- dijo mi mama viendo toda mi ropa en la cama.
-Mama el vuelo sale en 3 horas, no veo la prisa- dije comiendo unas papas.
-Pero tenemos que estar ahí antes- dijo ella y salió.
Las deje y empece a doblar la ropa, empece a ponerla en la maleta, una por una.
Termine y cerré la maleta.
-Listo mama- le dije gritando.
Entre a su habitación y vi toda su ropa en la cama al igual que la maleta.
Ella salió del baño y me vio.
-Aún no haz echo la maleta tu- le dije.
-Si pero si tu no la haces ahora nunca la aras- dijo ella.