Epiphaneia

Parte 2

Como consecuencia del sortilegio por fin activado, Lucifer recordaba en sueños.

Iba caminando por los senderos llenos de césped brillante del Jardín del Edén. A diferencia de otros ángeles, Lucifer era pequeño para los estándares de su edad. Sin embargo, eso no representaba ningún problema para la aparente adoración que provocaba en los ángeles mayores.

Caminaba con sus dos mejores amigos a su lado, Lilith y Miguel. Dos seres angélicos tan diferentes entre sí, pero que lo complementaban totalmente.

—¿Por qué me miran todos así? —preguntó a nadie en particular. Fue Miguel quien decidió responder.

—Admiran tu belleza, Lu.

—¿Mi belleza? —, siguió preguntando desconcertado, una adorable expresión confundida llenó sus rasgos.

—Sí, ya sabes. Tu belleza. —Esta vez fue Lilith quien respondió, pero al ver que el desconcierto seguía inundando los rasgos faciales de su amigo continuó: —Tu cabello rubio, tu tez blanca, la piel suave a simple vista. Tus labios grandes y rojos y, lo más llamativo, tus preciosos ojos de color distinto.

Lucifer se sonrojó, no se había dado cuenta de que en verdad era así de hermoso o de cuánto llamaba la atención su apariencia. No de la manera en la que sus amigos lo describían, para él era normal. Entonces, los miró y se dio cuenta.

Lilith con sus ojos grises llameantes amenazaba a todo aquel que lo miraba de más. Y Miguel, su querido Miguel, con su porte elegante y semblante serio los franqueaba a ambos y evitaba que los babosos que ahora sabía lo deseaban no quisieran ni pensar en ellos. Se sintió amado y protegido por primera vez en su existencia.

Esa fue la primera vez que Lucifer fue consciente del deseo que despertaba en todos sus congéneres. Se dio cuenta de que incluso los ángeles pueden pecar.

Todos habían sido creados el mismo día, de distintas partes del universo y con diferentes formas primales. Por lo tanto, todos debían pasar por una ceremonia de iniciación para saber su propósito de creación al cumplir trece años en el Éden. Lilith, Miguel y Lucifer; junto con dos ángeles preadolescentes como ellos, llamados Gabriel y Rafael debían presentarse frente al Creador para dicha ceremonia.

La ceremonia era un rito simple, según los demás ángeles adultos. Así que ni Lucifer ni sus amigos estaban nerviosos. Aunque Lucifer si se encontraba ansioso. Y es que no era para menos, es decir, ¡estaba por conocer al Creador!

Los chismosos contaban que Lucifer solo era superado en belleza por el Creador, y Lucifer quería ver si eso era verdad.

Así que allí se encontraban todos, esperando fuera del Templo de Luz a que el Creador permitiera su entrada. Las trompetas resonaron en armonía, anunciando el comienzo de la ceremonia. Los pequeños ángeles se ubicaron en una fila de mayor a menor, yendo Lucifer al principio y su querida Lilith de última.

Avanzaron por la escalinata hasta la gran puerta dorada que les cerraba el paso. Al llegar a ella, se fue abriendo silenciosa y lentamente. Y, cuando Lucifer dio un paso dentro, dos destellos de luz pura se posaron en cada una de sus manos abiertas frente a sí.

Rafael, un chico moreno y de porte tranquilo, que iba detrás suyo recibió en sus manos abiertas un bastón de madera junto a una bolsa de viaje hecha de cuero que dentro llevaba una cantimplora llena de agua.

Miguel, su amigo, era el que seguía detrás de Rafael y, siendo el más alto de los cinco, nadie se sorprendió cuando entre sus manos apareció un escudo de metal con el Edén tallado en la parte delantera y una espada reluciente.

Gabriel, un chico rubio y de sonrisa esplendorosa, fue el siguiente. En sus blancas manos apareció un pergamino enrollado y sellado, acompañado de un sobre lacrado con cera dorada.

Y, finalmente, su amada Lilith. De entre sus delicadas manos se vislumbraba el dorado armazón de una liria con sus frágiles cuerdas.

A medida que se iban acercando a la mitad del templo, pudieron vislumbrar a cuatro jóvenes rodeando un trono ornamentado. Uriel, Raguel, Sariel y Remiel; los Arcángeles del Creador, o eso era lo que los rumores decían que se llamaban.

En el trono tallado en piedra y oro, se encontraba quizás el ser más hermoso que Lucifer había visto en toda su corta vida.

Alto, de complexión gruesa pero no exagerada. Con un cabello oscuro y unos ojos azules del color del cielo a media noche, vestido con una toga blanca que realzaba los músculos tonificados de su cuerpo y el bronceado moreno de su piel, estaba él. 

Theós, el Creador.

Lucifer podía jurar que en sus ojos se reflejaba el universo. 

Estaba maravillado.

Esa fue la primera vez que Lucifer vio a Theós, el ser del que conocería la felicidad del amor y el dolor de la traición. El ser del que se enamoró.

2019:
Chuleta: término coloquial utilizado en Venezuela para denominar el hacer trampas, copiarse en un examen.

**Libro de las Sombras: referencia hecha gracias a la canción del grupo de Metal español Mago de Oz, la cual posee el mismo nombre.

**Fragmento biblico: "Los maestros de la Ley y los fariseos le trajeron una mujer que había sido sorprendida en adulterio. La colocaron en medio y le dijeron: ‘Maestro, han sorprendido a esta mujer en pleno adulterio. La Ley de Moisés ordena que mujeres como esta deben morir apedreadas. Tú, ¿qué dices?... Jesús dijo ‘El que no tenga pecado lance la primera piedra’… Y todos se fueron retirando uno a uno, comenzando por los más viejos.” (Jn. 8, 7)

**Dato extra: el porqué tomé precisamente a esta versión de entre todas las Magdalenas nombradas en los Evangelios cannon, es porque me gusta esta versión y todo el romanticismo que la rodea. Realmente, Magdalena es el personaje más polemizado de la historia. Y ella, en esencia, me fascina. Y pues, siempre he pensado que entre ellos hubo un chanchuyo, como decimos en Venezuela. Y, otro dato extra, hay historiadores que dicen que Magdalena debió haber sido pelirroja o rubia, pero las actrices que la interpretan siempre son pelinegras, y esa actriz de allá arriba me encanta así que a ella elegí para representarla. Solo imaginenla pelirroja, jajaja.

Bueno, espero les haya gustado. Haganmelo saber en los comentarios y ayuden con los bonitos votos que alegran los días de los escritores.
¡Gracias por leer!

2023:
Cómo pueden ver, hice algunos cambios, jiji. Así pueden ir a Amazon y curiosear.