Estando un día en mi cuarto, encontre una conversación que tuve con unos amigos cristianos en donde yo les contaba una situación que estaba pasando. Yo recién estaba conociendo a Dios, si bien nací y me crié en un hogar cristiano, mi relación con Dios empezó a la edad de los 10-11 años y recuerdo que poco tiempo después yo empecé a congregarme por cuenta propia, sin que nadie me obligará a ir.
En esa conversación yo les contaba una situación que estaba pasando y que me costó mucho superar y entender el porqué, yo era chica y no sabía muy bien como actuar. Y había dado tanto, había trabajado tanto en mi vida ministerial, al mismo tiempo estaba en fecha de pruebas en donde estudiaba y luego salía y me iba a la iglesia y las reuniones de oración y de ensayo. Ya sentía que lo había dado todo, estaba agotada fisica, emocional y espiritualmente. Y recuerdo que haciendo todo eso y pasando por ese momento, un día me senté en mi cama y le dije a Dios :
《Yo no se para que esto me va a servir, si realmente es para mi bien porque realmente en estos momentos estoy desesperada y necesito respuestas... pero tu palabra dice que tu tienes control de todo y que tu diriges el camino de los justos. Yo creo que aunque no lo entienda en estos momentos y no lo acepte, se que me va a obrar para bien》
Ese día entendí que no es con mis fuerzas que yo puedo hacer las cosas sino a través de las fuerzas que tengo en Cristo Jesús. No hay nada que podamos hacer bien sin la influencia de Cristo en nuestras vidas. Y si estás pasando por una situación que no entendes, como yo la pase en mi momento. Y la angustia es muy fuerte, la desesperación, el problema y estas a punto de rendirte, déjame decirte qué, es fuerte ahora, es difícil pero es el lugar en donde Dios nos hace madurar, crecer, aprender porque lo que viene más adelante es grande, es lindo, es especial.Aquellos que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien. Romanos 8:28
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De Creyente A Creyente
SpiritualQue nuestra vida sea conforme a la de palabra Dios, que nuestro corazón sea cada día más parecido al de Él. Seamos aquellos que ponemos la mano en el arado y no miramos atrás, aquellos que no buscamos el beneficio sino que se cumpla su voluntad.