THE ANCIENT HOUSE (La Casa Antigua)

CAPITULO 1 "LA BIENVENIDA"

-Amelia, realmente estás segura que quieres hacer esto?.-

-Si Tia, es lo que siempre quise!, prometo escribirte cada noche, para que te asegures que estoy bien.-

-Deacuerdo. Cuídate mucho!.-

-Lo haré, te quiero!. - Sonreí.

No puedo creer que finamente llego el día!. Tome un taxi hasta la estación de tren.
Planeé este viaje desde muy pequeña, un viaje sin retorno y con muchas expectativas!. Luego de la muerte repentina de mis padres, no fue fácil seguir adelante. Tuve suerte en que me dieran una nueva oportunidad con mi tía Demetria en vez de enviarme a un orfanato. Nadie me hubiera adoptado en esas condiciones, tan depresiva, sensible e inquieta. Mi tía es muy reservada, incluso muy supersticiosa. Siempre creyó en todo tipo de creencias religiosas. A pesar de que no tengo el mismo pensar, ella afirma que debo tener un "Sexto sentido " activo, el cual aún no sé cuál será. Siempre evito cruzar por debajo de una escalera, tirar la sal, pisar una raya. Todo el mundo cree que está loca, por esa razón evitaron darle mi tenencia por bastante tiempo luego del accidente de mis padres. Los vecinos solían llamarnos "Brujas " por los cientos de amuletos que Demetria suele colgar dentro y fuera de la casa. Aún recuerdo el sonar de las botellas de vino tinto colgadas en las ramas de los árboles secos. Tenían un lindo sonar, a diferencia de las tormentas, estas tocan una escalofriante melodía que evita dormir plácidamente. Siempre quise irme de allí, alejarme del pasado que me atormenta e empezar una nueva vida yo sola.
Así fué como arribe un tren a lo desconocido, viajé 12 horas hasta un pueblo alejado de la ciudad llamado " TenebrisUrbem" apenas oí hablar de allí, supe que era mi destino. Se refiere a "Ciudad Oscura" , se dice que hace mucho tiempo, la ciudad era poblada una secta cazadores de Brujas y todas esas cosas. Con el tiempo cambio y dejaron las supersticiones de lado. Creo que a Demetria no le hubiera gustado venir a este lugar conmigo.

Finalmente llegué, la última estación del recorrido. Bajé mis maletas y me dispuse a buscar un lugar donde quedarme hasta encontrar un lugar fijo en donde vivir. No compré nada anticipado, siempre fui de vivir al límite, creo que la vida así es mucho mas emocionante.
Más adelante, encontré un pequeño edificio viejo, el cual ofrecía habitaciones compartidas para turistas y estudiantes universitarios. Nunca fui de relacionarme mucho con la gente, pero después del largo viaje y corto presupuesto, decidí quedarme allí en ese momento.
Al entrar un viejo con bastón se me acercó.

-Bienvenida a HollyHotel!, no eres de por aquí verdad? Juraría que jamás te vi por aquí.- afirmó.

-Hola, acabo de llegar al pueblo, vi su viejo anuncio en la cartelera de la entrada al pueblo, tendrá un espacio para mí?. - pregunté.

- Tienes suerte jovencita, hace unos instantes ingresaron un grupo de jovenes , ocuparon el último lugar que había, por fortuna ellos son solo 3 y hay cuatro camas. Te enseñaré dónde és.

Seguí al señor por los estrechos pasillos del edificio hasta llegar a una puerta al final de este. La puerta indicaba "N°346". Golpeó 3 veces y esta se abrió dejando ver una mujer con lentes y jardineros a jeans.

- Ella Será tu nueva compañera de habitación, déjale acomodar sus cosas.- asintió entregándole mis maletas.

-Hola! Soy Franschesca, mucho gusto! Como te llamas?.-

-Soy Amelia, un placer - dije con un hilo de voz.

El hombre se volvió y dijo:

- Ya es muy tarde, descansa y acomoda tus cosas, mañana haremos el papeleo y el registro.- afirmó entregándome las llaves de uno de los ficheros.

Franchesca abrió la puerta en Señal de dejarme entrar
Dentro, pude observar un chico y una chica hablando y arreglando unos artefactos, apenas notaron mi presencia de dirigieron a mi compañera.

-Chicos, ella es nuestra roomie Amelia!.- exclamó Franchesca alegremente.

-Hola, soy Clarisa, mucho Gusto. -
-Hola, Teodoro, es un placer. -

Nos dimos la mano y ellos siguieron con lo suyo. Me dispuse a tender mi cama y acomodar mis pertenencias, estaba exhausta. Me tocó el dormitorio con el ventanal más hermoso que jamás haya visto!.
Una vez recostada, me quede mirando la redondez de la luna llena que iluminaba la habitación desde la ventana, hasta quedarme completamente dormida.