Aunque parezca ridículo, aquel inusual suceso en el que dos jóvenes por poco acaban teniendo sexo en mi taxi, nos volvió a Jimin y a mí aún más cercanos.
Ya eramos cercanos antes. Pero ahora lo eramos más. Porque ya no sólo hablabamos de cosas profundas, sino que también Jimin me incursionó en el camino de la curiosidad, en donde yo le preguntaba cosas sobre su oficio, cuando algo me intrigaba en demasía. Y Jimin como siempre estaba dispuesto a aclarar cualquier duda.
-¡¿Cómo que sales preparado?!
Jimin rió tras mi sorpresa. Sólo le había preguntado si sus clientes tenían el gesto humano de esperar a que esté preparado para ofrecer sus servicios en caso de que haya penetración; la cual, según me explicó, era placentera pero dolorosa en caso de no ser dilatado lo suficiente y con antelación, ya que, como muchos sabrán, el ano no está biológicamente preparado para esta práctica como lo está la vagina en la mujer. Lo pregunté más por preocupación que por curiosidad. No tenía intenciones de indagar en sus clientes. Ellos me seguían dando repulsión.
-Tengo que hacerlo. Los clientes quiren todo rápido. Por lo que, si no quiero salir lástimado, es mejor que salga previamente preparado -Me explicó con simpleza -O también, puedo salir con un dildo dentro. Eso es bueno para que la dilatación perdure en lo que transcurre mi tiempo a la espera de un cliente que quiera tener sexo.
-¡Eso es tan grotesco! ¡¿Cómo hago ahora para borrar esa información de mi mente?!
Mi reacción de asqueo hizo carcajear a Jimin. Siempre que preguntaba mucho, terminaba enterandome de cosas que no estaba listo para procesar.
-Eso te pasa por ser un niño que se mete en conversaciones de adultos.
-Yo sí soy un adulto, Jimin -Me quejé infantilmente sin poder evitarlo. Jimin rió burlón. -Pero eso último no tenías que decírmelo.
-Tú fuíste el que preguntó, ahora atente a las consecuencias.
-Sí, pero no preguntaría este tipo de cosas si no te hubiera conocido -Me seguí quejando.
-¡Eres como un niño! Siempre queriendo echarle la culpa a los demás.
Aquello me hizo divagar un poco. Es cierto, fuera de nuestra bizarra conversación, siempre que algo me salía mal tendía a culpar a alguien o algo externo a mí. Molestosamente tengo que agregar esa mala tendencia mía a la inútil autocompadecencia a la que siempre recurro cuando caigo en la cuenta de que mi vida es un fracaso.
-¿Qué pasa? Te quedaste muy callado -Me llamó Jimin preocupado.
-Nada. Es sólo que acabas de darme otra lección de vida, Jimin. Gracias. Todos los días tu alma tiene algo nuevo para enseñarme de mi mismo.
Jimin comenzó a reír apenado.
-¡Ya empezaste otra vez con eso! Ya para.
Jimin reía apenado, sin ser capaz de verme a la cara. Y para mí lucía encantador.
-Eres como un Hada, Jimin.
Jimin rió algo confundido por mi comparación. Sus ojos hasta este punto habían desaparecido en dos líneas y su labio inferior tiritaba al querer decir algo pero no saber qué por mis ocurrencias. Yo lo ponía realmente nervioso con algo tan inofensivo e inocente, y era tan lindo.
-Eres un Hada que ha venido para escucharme y aconsejarme.
-¡Basta~! -Jimin comenzó a manotearme juguetonamente sin verme a la cara. Estoy seguro de que sus pómulos estaban rosados a causa de la pena que sentía al recibir mis alagos.
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Prostituto ➻MinJoon➻
FanfictionNamJoon es un estudiante frustrado de la universidad de ciencias que sufre de insomnio. Un día decide sacarle provecho a su problema y comienza a trabajar de taxista durante la noche, y es en aquel transcurso de su vida que entabla una amistad inusu...