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— Hazlo — susurró en sus labios como si fuera un secreto y el hizo caso.

Sus labios probablemente podían saber a paraíso pero era claro que el sabía que probablemente se estaba enfrentando a un juego con el diablo y lo peor... no le importaba en lo absoluto.

— Acompáñame — dijo ella con respiración algo descontrolada en el oído del contrario.

El chico con la mente bloquead por alcohol y excitación hizo caso de manera sumisa mientras tomaba la mano de la chica.
Pago sus tragos en la barra y siguió a la chica que paró un taxi.

Llegaron a un hotel algo lujoso, ella pagó y cuando estaban caminado hacia la habitación, ella se tiró a sus brazos para besarlo con descaro sin importarle el espectáculo que le darían a las cámaras del hotel.

— Eres hermosa.

— Lo se, ahora calla y bésame — el la beso y por un momento se dio cuenta que quizás sus besos se le hacían muy adictivos, incluso más que la anfetamina.

La beso y enserio sabía que no estaba bien. Besos y más besos y cayeron a la amplia cama de aquella habitación . Las manos de Nick descendieron hacia la espalda de la chica para bajar el cierre del vestido haciendo caer su vestido con rapidez, la desconocida —porque claro que era una desconocida— le desabrochaba los botones de su camisa y la tiraba por un rincón de la habitación. Lo que les quedaba de ropa se fue esfumando con rapidez. Ella lo besaba con deseo y estaba extasiada de ver las pupilas dilatadas de Nick.

Ella había entrado a ese club por diversión, tenía motivos claros —pasarla bien— y todo comenzó cuando bebió unos tragos pero no al grado de emborracharse y se fue a la pista y se dio cuenta de esa mirada tan pesada y tan penetrante, y lo vio, un chico de cabello castaño con ojos verdes, no era un semental por supuesto pero se notaba que él era ajeno a ese tipo ambiente y lo único que ella decidió hacer fue provocarlo más con un candente espectáculo, estaba segura que ella era capaz de enloquecer a un hombre pero ¿porqué a él en especial?, sin duda esa también era una duda para ella pero que importaba, estaba disfrutando tocar se torso fuerte y sus ancho hombros mientras ella le comía la boca.

— ¿Tienes condón? — preguntó ella agitada.

— No, supongo no estaba preparado — su respiración era errática.

— Bueno, no importa. Espero no tengas una enfermedad venérea chico — soltó mientras le desabrochaba el pantalón.

El soltó una risita por el repentino comentario y se dedicó a poner su atención en tocar y disfrutar la anatomía ajena.

— No lo creo.

— Creer es no estar seguro.

— Pero al parecer eso no te está importando porque sabes que no tengo una enfermedad venérea.

— Estas en lo cierto, pero mejor muéstrame cómo lo haces.

Después de toqueteos indecente el se dedicó a complacer tanto a él mismo como a ella. 

— Oh si~... ¡Más! — gritó ella con la voz ahogada.

Todo era tan silencio en aquella habitación lo único que hacía ruido eran los sonidos obscenos provocado por gruñidos, gemidos y el constante choque de sus bocas.

— Quiero saber tú nombre — dijo él con su cuerpo agitado y junto su frente con la de ella la cual seguía teniendo sus piernas entrelazadas a las caderas de Nick. 

— Emma.

— Okey Emma me llamo Nick.

— Oh Nick ¡eres asombroso!

— Veo que al menos puedo complacerte.

— ¡Oh querido haces más  que eso¡

— ¿Ah si? — dijo levantando una ceja y viéndola a los ojos.

— Oh si~ ¡Eres una bestia!

El tiro una risita no solo por el comentario sino porque ahora ella le atrapaba el labio inferior con sus dientes y lo besaba con descaro. Luego de unos cuanto besos ella se alejó de él y se tumbó en la cama para descansar, él hizo lo mismo y se quedó admirando lo bien que se veía descansando.

"No la veas de esa manera" se dijo así mismo y se golpeó por darse cuenta que esto no era una relación, solo una aventura. ¿Cierto?

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⏰ Última actualización: Jan 23, 2019 ⏰

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