Enamorada Del Idiota (TERMINADA)

Confesiones (2)

—sabes que no me gusta el café— le recuerdo a Jackson cuando me jala del brazo para entrar una cafetería.

—a mí tampoco. Pero aquí venden el mejor helado del país— sonríe y me anima a entrar.

***
Pasados 10 minutos, mí cono de helado ya es historia. En cambio, mí acompañante va por el segundo.

—perdiste el apetito? Recuerdo que eras de comer cómo animal.

—la gente cambia. Tú sí te tomabas al menos dos tazas de café en la mañana— se hunde hombros dándome la batalla ganada y comienza a hacer bromas acerca del lugar, de la cantidad de gente y de lo monótono que se volvió nuestro barrio.

Media hora después, habíamos conversado de todo un poco. De los estudios, de mí mala relación con mí madre y de la suya con sus hermanos. La charla fue reconfortante, pero yo seguía con una espina en la garganta. Tenía que decirle cómo me sentía respecto al chisme que hizo correr en la universidad... —jack, no sé cómo decirlo— cierro la boca y suspiro buscando valor para seguir. —porqué... — levanta las cejas para animarme a seguir y lo hago. Tengo que sacarlo de mí garganta o no podré dormir en paz. —porqué le dijiste a Jimin que tú y yo teníamos algo?

Suelto las palabras lo más rápido que puedo, cómo si lo hubiera practicado o leído en el extraño mantel de la mesa. Él se apoya en el respaldo de la silla y mira el techo cómo rebuscando sus ideas. —lo siento. Pero no fui un buen amigo en el pasado y creo que mereces una explicación.

—por favor— suplico. Sé que el no podría tener un interés en mí, puesto que cuando alguien le gusta actúa de manera seria, desinteresada y conmigo es muy suelto. Se la pasa haciendo bromas y riendo por todo.

Un absoluto payaso!

—tú siempre me ayudaste. Cuándo mí madre enfermó, me llevabas ropa y comida al hospital. Cuándo mí hermano se metió en las drogas y le agarraban ataques de ira, eras tú quien me ayudaba a tapar su basura. Cuándo ese idiota me robó el dinero para universidad... Tú me tendiste la mano y me ayudaste a pagarlo. —quedé helada. Todo eso era verdad pero es algo que se supone que haces por un amigo, jamás lo sentí cómo una molestía porque él también estuvo en muchas ocasiones que lo necesite.

—espera... Qué tiene que ver eso con lo que te pregunté?— lo interrumpo porque no quiero que se sienta en deuda de alguna manera. Ni siquiera había pensado en todo eso que el recuerda.

—que yo no estuve para ti. Cuándo me metí con gayoon sabía que ella era todo problemas, aún, sabiéndolo me alejé y me valió una mierda nuestra amistad— lo veo esforzarse para continuar. Por lo visto no estaba preparado para confesar cómo se sentía. —yo era tú amigo! Tenía que estar ahí para romperle la cara a Mark y a do— lo interrumpo

—no lo digas, no merece si quiera que escuche su nombre— esto ya no me está gustando. Quizá sea porque hacía menos de una hora que había tocado ese mismo tema que creí haber enterrado. Asiente y prosigue.

—te dejé sola. Sabés lo mal que me hace pensarlo? Me costó mucho entenderlo, estuve varios meses en una relación enfermiza que sabía que no me llevaría a ningún lado— una sonrisa amarga se dibuja en sus labios. Quiero que se detenga, pero a la vez, quiero que se descargue. Quiero sentir que al menos tenía un amigo. —cuando pude terminar con ella. Quedé muy dolido, sabía que era lo mejor...  la extrañaba, ya sabes cómo es eso del amor. Pero... Cuándo empezaste la universidad te vi. Tenía vergüenza de hablarte, no sabía que decir.

—tal vez, HOLA!— digo moviendo las palmas con entusiasmo.

—lo intenté. Por momentos me sentía un acosador siguiendo tus pasos por toda la Universidad— niega mientras sonríe. Pero yo no puedo dejar de pensar en las veces que creí verlo pero luego aparecía Jimin en mí campo de visión y me olvidaba de todo. —jimin notó que quería acercarme a ti. Un día salía de mí departamento y me amenazó.